Crónica:FÚTBOL | 13ª jornada de Primera División

El gol inverosímil del Chino

Losada, del Oviedo, ficha por el Mallorca pese a llevar casi un año sin jugar por una grave lesión

Como ha ocurrido con tantos futbolistas en los últimos 25 años, para Roberto Losada todo cambió tras cruzarse en su carrera con Luis Aragonés. Hasta ese momento, temporada 1999-2000, Losada era un aspirante más a ocupar el hueco que había dejado Oli en la delantera del Oviedo. El Sabio le dio las oportunidades que otros le habían concedido con cuentagotas y el chico le respondió con siete goles. Aragonés intentó llevárselo en su viaje a Mallorca y, aunque no lo consiguió, su insistencia ha resultado decisiva ahora. Pese a llevar un año parado por una grave lesión, el Mallorca ve en Losa...

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Como ha ocurrido con tantos futbolistas en los últimos 25 años, para Roberto Losada todo cambió tras cruzarse en su carrera con Luis Aragonés. Hasta ese momento, temporada 1999-2000, Losada era un aspirante más a ocupar el hueco que había dejado Oli en la delantera del Oviedo. El Sabio le dio las oportunidades que otros le habían concedido con cuentagotas y el chico le respondió con siete goles. Aragonés intentó llevárselo en su viaje a Mallorca y, aunque no lo consiguió, su insistencia ha resultado decisiva ahora. Pese a llevar un año parado por una grave lesión, el Mallorca ve en Losada un buen apoyo para salir de su crisis.

Roberto Losada (Vigo, 25 de octubre de 1976) era un candidato claro a ingresar en la cantera del Celta, pero en edad juvenil el Oviedo utilizó un simple cambio de residencia para llevárselo. Así fue como El Chino, como todo el mundo le conoce por sus evidentes rasgos orientales, empezó a buscarse la vida en un club que intentaba asentarse en Primera División. Conoció la máxima categoría muy pronto, en la temporada 1995-1996, y levantó grandes expectativas al marcar dos goles en su debut como titular, en Zorrilla, con el yugoslavo Ivan Brzic en el banquillo.

Su progresión se frenó en los dos años siguientes, ya que ni Juan Manuel Lillo ni Óscar Washington Tabárez le dieron oportunidades, pese a que seguía mostrando su facilidad goleadora en el filial. Con 22 años no le quedó más remedio que lanzar de nuevo su carrera y aceptó una cesión al Toledo, en Segunda División, con el que marcó ocho goles en 37 partidos.

A su vuelta se encontró con Luis Aragonés, que por fin le hizo sentirse futbolista de Primera: siete goles en 35 partidos que contribuyeron a la permanencia del Oviedo. Luis Aragonés se marchó al Mallorca y quiso llevarse al Chino, pero el Oviedo supeditó sus necesidades económicas a las deportivas, ya que el Málaga acababa de llevarse a Dely Valdés y el regreso de Oli no se confirmó hasta que empezó la Liga. Losada se resignó y además no le iba mal con Radomir Antic, ya que contribuyó con cuatro goles a la buena primera vuelta del Oviedo.

Pero, en diciembre, un brutal choque con Molina en Riazor le provocó fractura de tibia y peroné. La recuperación se anunciaba larga, tanto que obstaculizó en el pasado verano el traspaso al Mallorca, donde se habían quedado con la copla interpretada por Aragonés.

Finalmente, la conjunción de las necesidades deportivas del Mallorca con las económicas del Oviedo hicieron posible el pasado jueves una operación muy atípica: el Mallorca logra la cesión, con una opción de compra de 500 millones de pesetas a final de temporada, por un jugador que no ha disputado un partido oficial desde hace casi un año.

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