El Tau vive una tarde plácida

En el duelo de aspirantes, en el duelo de los equipos considerados como alternativas de poder, el Tau demostró que sigue habitando en un peldaño superior al ocupado por el Pamesa Valencia. Aunque ciertamente catalogar como alternativa de poder al Pamesa supone tergiversar la realidad, además de incurrir en un evidente ejercicio de generosidad. De momento, el tan ansiado como aireado salto de calidad del cuadro valenciano se asemeja más bien a un salto al vacío. Y sin red. Ni en el más dulce de los sueños pudo imaginar el Tau un episodio tan llano y carente de hostilidades. Todo fue muy simple,...

En el duelo de aspirantes, en el duelo de los equipos considerados como alternativas de poder, el Tau demostró que sigue habitando en un peldaño superior al ocupado por el Pamesa Valencia. Aunque ciertamente catalogar como alternativa de poder al Pamesa supone tergiversar la realidad, además de incurrir en un evidente ejercicio de generosidad. De momento, el tan ansiado como aireado salto de calidad del cuadro valenciano se asemeja más bien a un salto al vacío. Y sin red. Ni en el más dulce de los sueños pudo imaginar el Tau un episodio tan llano y carente de hostilidades. Todo fue muy simple, rápido y sin ningún sobresalto.

Y el Tau fue mejor porque contaba con el mejor. Ése no es otro que Bennett. El base norteamericano manejó y controló el encuentro a su antojo. No tuvo descanso -disputó los 40 minutos- ni adversario. Hasta cuatro opositores le planteó Luis Casimiro. Fulminados, cayeron uno tras otro. Si acaso, sólo Luengo fue capaz de acotar ligeramente su magisterio. Pero no lo suficiente para propiciar un cambio de escena. Antes, Rodilla, Millera y Calabria se mostraron resignados y rendidos ante las exquisiteces del 'líder Bennett', según lo definió Ivanovic a la conclusión.

Para el Tau, la victoria atempera los ánimos y devuelve la tranquilidad. Para el Pamesa, la derrota multiplica la desconfianza y dispara la impaciencia.