Crítica:NINA PERSSON | POP

De rubia a morena

Hay que ver lo que va de ser rubia y fría a morena y espiritual. Tal es el cambio dado por la Venus pop sueca, arquetípicamente rubia y elegantemente frágil cantante del grupo The Cardigans, Nina Persson. Ese cambio que comienza en el color del pelo se hace extensivo al aspecto físico -la cantante salió con unos simples vaqueros y una camisa, lejos de su glam habitual de revista de modas- y, consecuentemente, también a su estilo musical. Parece ser que Nina apuesta ahora por abandonar la frivolidad del pop para verse reflejada en el lado más emocional de un suave rock del siglo XXI, com...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hay que ver lo que va de ser rubia y fría a morena y espiritual. Tal es el cambio dado por la Venus pop sueca, arquetípicamente rubia y elegantemente frágil cantante del grupo The Cardigans, Nina Persson. Ese cambio que comienza en el color del pelo se hace extensivo al aspecto físico -la cantante salió con unos simples vaqueros y una camisa, lejos de su glam habitual de revista de modas- y, consecuentemente, también a su estilo musical. Parece ser que Nina apuesta ahora por abandonar la frivolidad del pop para verse reflejada en el lado más emocional de un suave rock del siglo XXI, como denota su último disco en solitario, con 14 canciones y editado bajo el título de A Camp.

El disco, de debutante, es desigual en cuanto a la calidad de sus temas, pero goza del atrevimiento de quien está buscando nuevos caminos y no se asusta ante la experimentación. Sus canciones renuncian por ahora a acaparar los primeros puestos en listas de éxitos, pero eso no implica que Song for the left lovers o la brumosa Rock 'n' roll gost no contenga material suficiente como para inflamar los corazones de las nuevas generaciones que buscan encontrarle un sentido nuevo y excitante al rock de siempre.

A Camp

Sala Arena. 2.500 Pts. Madrid, jueves 18 de octubre.

Este proyecto, que data de 1998 y que por compromisos con The Cardigans no ha podido ser editado hasta ahora, es ahora defendido por la cantante con el concurso de un cuarteto de músicos que se toma su trabajo para crear un buen nivel de intensidad. La propia Nina revela, con su estilo vocal, una intención artística que bien pudiera ser el resultado de una mezcla entre la legendaria Marianne Faithfull y la no menos de culto Elisabeth Frazier de Cocteau Twins. Esa voz aporta gran cantidad de matices emocionales para hacer que unas canciones, que habiendo quedado tal vez demasiado evanescentes en el estudio, adquieran peso y relevancia.

Persson recurre también a tocar la armónica, dando a algunas de sus composiciones un cierto toque de country moderno y alternativo. Ofreció Persson una convincente actuación, revelando que se siente mucho más a gusto en este papel que en su anterior encarnación como solista de un grupo de éxito. Ojalá le acompañen también los resultados comerciales.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En