Los toreros, sin orejas

Al renovadísimo Estudiantes de la Liga que acaba de empezar le salió rana su puesta de largo. La culpa la tuvo el Girona, un equipo sin tanto glamour, pero que con sus últimas incorporaciones anda sobrado de oficio. Incluso para amarrar en triunfo en un final trepidante con 12.000 personas vociferando en su contra. Ocurre que ya se había hecho tarde para que Estudiantes arreglase lo que había ido estropeando durante toda la tarde.

Se vio desde el principio que los catalanes no iban a perdonar una, pero cuando ya no hubo ninguna duda de que el partido sería suyo fue al final del t...

Al renovadísimo Estudiantes de la Liga que acaba de empezar le salió rana su puesta de largo. La culpa la tuvo el Girona, un equipo sin tanto glamour, pero que con sus últimas incorporaciones anda sobrado de oficio. Incluso para amarrar en triunfo en un final trepidante con 12.000 personas vociferando en su contra. Ocurre que ya se había hecho tarde para que Estudiantes arreglase lo que había ido estropeando durante toda la tarde.

Se vio desde el principio que los catalanes no iban a perdonar una, pero cuando ya no hubo ninguna duda de que el partido sería suyo fue al final del tercer cuarto, con un triple desde el centro del campo que Laso metió limpio en el aro sobre la bocina. Los colegiales, a esas alturas, seguían en las nubes. Sería porque aunque la Liga empezó ayer para todos, para Estudiantes era más día de estreno. Entrenador (Sáinz de Aja), cinco jugadores (Jasen, Gabriel y Patterson, más Vidaurreta y Yáñez, que no jugaron), pista (forzada por el incendio del Palacio de los Deportes), uniforme (azul, como demandaban los aficionados más conspicuos)... Todo nuevo. Tanto, que los estudiantiles anduvieron despistados toda la tarde. No como el Girona, ese equipo que a Scariolo, el entrenador del Real Madrid, le parece tan 'curioso' y que, por lo que se pudo ver ayer, tiene argumentos suficientes como para dar más de un susto a lo largo de la temporada.

El primero se lo llevó el Estudiantes. Mientras los locales lucían sus galas, el conjunto de Trifón Poch se dedicó a jugar al baloncesto, que era de lo que se trataba. Y desde el principio llevó la iniciativa en el marcador. Estudiantes confirmó frente al Girona muchas de las sensaciones que había dejado en la pretemporada. La primera, que el día que el punto de mira de Garnett ande desviado a los colegiales les va a costar una barbaridad sacar los partidos adelante. La segunda, que, en las buenas y en las malas, Sáinz de Aja tiene más infantería que nadie para meter debajo del aro y arrancar las victorias aunque sea a empujones. Por ahí le intentaron meter mano al partido, pero no les bastó con controlar el rebote. Ni siquiera la exhibición de juego de Carlos Jiménez sirvió.

Girona, con un juego mucho más compensado, jugó bien sus cartas, que pasan por las manos de Sekunda y Sasser, dos aleros de gran polivalencia que ayer cargaron con el peso de su equipo. Sólo a dos minutos del final se vieron apurados. Cuando Estudiantes recuperó la raza que parecía haber perdido en medio de tantas novedades y fue recortando diferencias espoleado por un público entregado. Pero ya era tarde. Estudiantes se quedó sin orejas en su estreno.

Recurso del Canarias

El Tau ganó en Las Palmas, 73-80, pero el Canarias recurrirá la alineación del lituano Timinskas al rechazar la Federación Española su licencia como comunitario B. Otros partidos adelantados ayer: Pamesa, 65; Unicaja, 66. Granada, 76; Breogán, 81. Fórum, 81; Caja San Fernando, 67. Cantabria, 83; Gijón, 74.