Reportaje:

Reflexiones de un asesino

Un infanticida británico publica un libro sobre la psicología de los criminales

Asesino confeso de cinco niños, Ian Brady fue condenado en 1966 a cadena perpetua. Treinta y cinco años después, Brady se dispone a publicar un libro en el que reflexiona sobra la psicología de los criminales. En este primer libro, The Gates of Janus, Brady se centra en explicar la personalidad de dos célebres colegas, el destripador Peter Sutcliffe y el envenenador Graham Young. Pero ya está preparando una biografía que quizá permita entender el porqué de sus propios crímenes.

Tan delicada publicación ha sido contestada por la Asociación Víctimas de Asesinato, pero cuenta con el...

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Asesino confeso de cinco niños, Ian Brady fue condenado en 1966 a cadena perpetua. Treinta y cinco años después, Brady se dispone a publicar un libro en el que reflexiona sobra la psicología de los criminales. En este primer libro, The Gates of Janus, Brady se centra en explicar la personalidad de dos célebres colegas, el destripador Peter Sutcliffe y el envenenador Graham Young. Pero ya está preparando una biografía que quizá permita entender el porqué de sus propios crímenes.

Tan delicada publicación ha sido contestada por la Asociación Víctimas de Asesinato, pero cuenta con el respaldo de expertos criminólogos e incluso de la familia de una de las víctimas de Brady.

Ian Brady y su compañera y cómplice, Myra Hindley, fueron condenados a cadena perpetua en 1966 por el asesinato de Lesley Ann Downey y Edward Evans. También fueron declarados culpables del asesinato de John Kilbride, de 12 años. Ambos confesaron después que también habían matado a otros dos niños, Pauline Reade y Keith Bennett. Brady nunca ha pedido la libertad condicional, pese a que el juez podría excarcelarle por haber cumplido ya 35 años de condena. Su compañera de crímenes sí ha pedido la libertad, pero la reacción popular contra su excarcelación la mantiene de momento en prisión.

Ian Brady ya prepara su autobiografía, que puede ayudar a entender sus propios crímenes

Ahora, con 63 años y después de haber hecho una infructuosa huelga de hambre de 500 días para exigir a la justicia el derecho a ser ejecutado, Brady empieza a contar sus experiencias. Mejor dicho, las de otros asesinos en serie, como el destripador de Yorkhsire, Sutcliffe, y el envenenador Graham Young.

Algunos diarios aseguran que Brady va a recibir 12.000 libras (algo más de tres millones de pesetas) como adelanto por las ventas del libro, de 300 páginas, aunque su abogado asegura que se trata de 3.400 libras (900.000 pesetas), que serán destinadas a atender a la anciana madre del convicto.

La publicación del libro, a cargo de la editorial estadounidense Feral House, ha indignado a la Asociación Víctimas de Asesinato, que ha pedido a las librerías británicas que no pongan a la venta los 3.500 ejemplares que la editorial va a destinar al mercado del Reino Unido. El hospital Ashworth, de alta seguridad, en el que se encuentra internado Brady, logró el secuestro temporal de la obra para poder asegurarse de que el asesino no desvela ningún secreto que afecte al derecho a la confidencialidad que tienen otros internos ni ponga en entredicho el buen nombre de la institución médico-carcelaria.

Pero, tras cerciorarse de que todo está en orden, el hospital retiró su petición de secuestro y la justicia ha decidido esta semana que no hay ningún motivo para impedir la difusión del libro.

La publicación cuenta de alguna manera con el apoyo de la familia de Keith Bennett, asesinado en 1964. Su madre, Winnie Johnson, espera que el libro dé alguna pista que permita encontrar el cadáver de Keith. 'Dice que el libro no habla de sus crímenes, pero creo que puede ayudar a encontrar algo', afirma Winnie.

Brady escribió a Winnie y a su anterior esposo pidiéndoles permiso para publicar el libro y comprometiéndose a destinar los beneficios a obras de caridad. 'Le contestamos dándole nuestro permiso y le pedimos que nos permitiera ver una copia, pero nunca supimos nada más', explica la madre de Keith.

En declaraciones a la BBC, Ian Brady ha explicado que primero escribió el libro con seudónimo y escondiendo su personalidad, 'pero ya no tengo nada que temer de la opinión pública y he autorizado que el libro se publique con mi nombre'. Y confirma que está escribiendo su autobiografía. 'Un editor internacional leyó unas pruebas y enseguida aceptó, incluida mi exigencia de que no se puede alterar nada y de que no se puede publicar hasta después de mi muerte'.

Algunos expertos han defendido los efectos benéficos que puede tener un ejercicio que más parece macabro que científico. El criminólgo Colin Wilson ha escrito el prólogo de la obra de Brady y afirma que The Gates of Janus es un análisis de los asesinos en serie que en ningún momento aborda los propios crímenes del autor ni su vida.

Ian Brady, el asesino británico de cinco niños, en una foto de archivo.BBC NEWS

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