Kepa Junquera plantea un viaje internacional en su nuevo disco

El músico actúa hoy y mañana en el festival Un Món de Músiques

El acordeonista Kepa Junquera, bilbaíno de 36 años, publica en estos días Maren, noveno disco y ambiciosa obra en la que tienen cabida, además de su acordeón, los cantos de Albania, las voces búlgaras, voces mediterráneas y canarias, coros malgaches, el steel drum (instrumento de percusión norteamericano), gaitas, mandolinas, cuerdas e instrumentos típicos del folclore vasco como la alboka o la txalaparta. El músico actúa hoy en Ibiza y mañana en Formentera, dentro del festival Un Món de Músiques.

Para su creador, Maren es 'un viaje muy abierto y muy s...

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El acordeonista Kepa Junquera, bilbaíno de 36 años, publica en estos días Maren, noveno disco y ambiciosa obra en la que tienen cabida, además de su acordeón, los cantos de Albania, las voces búlgaras, voces mediterráneas y canarias, coros malgaches, el steel drum (instrumento de percusión norteamericano), gaitas, mandolinas, cuerdas e instrumentos típicos del folclore vasco como la alboka o la txalaparta. El músico actúa hoy en Ibiza y mañana en Formentera, dentro del festival Un Món de Músiques.

Para su creador, Maren es 'un viaje muy abierto y muy sugerente. Yo creo que cada oyente tiene que participar de una manera personal de sus imágenes. He intentado que en todos los temas puedan aparecer todos los instrumentos y todos los timbres, que quizá mucha gente se preguntará si son o no son vascos. Quiero despertar ese tipo de curiosidad en los oyentes y que sea un proyecto vivo y participativo. Crear esa duda, como se expresa en el primer tema, Bok espok [Ni si, ni no]. Es un lenguaje nuevo que va surgiendo y que no se sabe si es antiguo o es nuevo'.

Un paraje de Euskadi destaca como punto de partida de la travesía: 'Urdaibai es una reserva natural que está a partir de Gernika. Desde allí, viajando hacia el interior, van apareciendo una serie de lugares mágicos, cuyos símbolos he utilizado para poder hacer un paralelismo con mis temas y mis imágenes'. Urdaibai fue un foco de atracción para celtas y romanos. Incluso hay una teoría de Antón Ezkoreka, un científico de Bermeo, que dice que allí se estableció un asentamiento de vikingos. 'Todas esas historias son las que me han permitido poner esos símbolos en mi música', afirma Junquera. 'Saliendo por la ría de Gernika llegas al mar Cantábrico, en el que hemos dejado nuestros posos de cultura y también la hemos recibido. Pero todo se podría extrapolar hacia otros lugares y hacer un canto a la naturaleza, al respeto al agua y a la ecología'.

Kepa Junquera, acordeonista, utiliza el triki, acordeón diatonal, como elemento globalizador del viaje: 'Es un instrumento que está en muchísimas culturas: el forró brasileño, el vallenato de Colombia, en la música dominicana, en el tex-mex, en el folclor irlandés... Es un instrumento muy viajero'.

Maren es un disco en el que se destaca lo visual sobre lo textual: 'A pesar de que mi música es decididamente instrumental, utilizo textos, aunque no me interesa tanto su significado. Hay temas como Ny Hirakira, en el que cantan Maria del Mar Bonet, Tontxu, Antón y Nacho Felipe de Oskorri y la canaria Olga Cerpa, en el que los textos que canta cada uno no tienen nada que ver entre sí. Me interesa la sonoridad, que se puedan visualizar los textos, como si cada uno fuera en un medio de locomoción viendo pasar esas imágenes. Cada uno verá lo que quiera ver'.

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