Crónica:VUELTA 2001 | 13ª etapa

A toda velocidad desde la montaña

El ganador de la etapa, Beat Zberg, donó el premio por el triunfo a las víctimas de Estados Unidos

Sólo las palabras y las acciones finales de Beat Zberg, el sensible ciclista suizo que ganó en Port Aventura, se salieron de lo previsto en la etapa que trasladó al pelotón, hombres débiles, cansados, agobiados, corredores como Joseba Beloki, arrastrando una enfermedad, desde la montaña andorrana a la costa mediterránea.

Como se esperaba, se bajó a toda velocidad (a una media de 46 kilómetros por hora, que no está nada mal para 209 kilómetros con tres puertos y a estas alturas del baile). Como deseaban el Kelme y el Festina, se formó una fuga consentida (la primera de toda la Vuelta). C...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Sólo las palabras y las acciones finales de Beat Zberg, el sensible ciclista suizo que ganó en Port Aventura, se salieron de lo previsto en la etapa que trasladó al pelotón, hombres débiles, cansados, agobiados, corredores como Joseba Beloki, arrastrando una enfermedad, desde la montaña andorrana a la costa mediterránea.

Como se esperaba, se bajó a toda velocidad (a una media de 46 kilómetros por hora, que no está nada mal para 209 kilómetros con tres puertos y a estas alturas del baile). Como deseaban el Kelme y el Festina, se formó una fuga consentida (la primera de toda la Vuelta). Como era lógico, los equipos de los sprinters, esto es, Telekom (Zabel) y Mapei (Freire), actuaron de conductores en los 50 kilómetros finales. Y, como se intuía, llegaron tarde: la fuga triunfó, sus nueve componentes se jugaron la victoria y triunfó el más frío y el más rápido.

Como se llegaba a un parque de atracciones, en la fuga se metió Virenque, el atractivo oculto. Se lanzó en solitario a falta de cuatro kilómetros, pero le anuló Sganbelluri, el secante del Telekom, que no dio un relevo. Hubo sprint reducido. Ganó Zberg, 31 años y hermano de Markus, el gafe del pelotón. Hombre de mundo, persona concienciada, el suizo dedicó la victoria a su desafortunado hermano, caído en la tercera etapa, y a 'todas las víctimas de los ataques terroristas a Nueva York y Washington'. 'Espero que, si existe Dios, se resuelva el problema sin más víctimas'. Y, dicho esto, Zberg anunció que donaba el dinero de la victoria, unas 600.000 pesetas, a las víctimas de los atentados.

El pelotón, en pleno esfuerzo.EFE

Sobre la firma

Archivado En