'Los africanos son tremendos'

'Odio perder', asegura Fernando Torres. No debe de ser el único. La selección española recorrió ayer el largo trayecto en autobús desde el sur de la isla de Trinidad hasta su hotel con caras largas tras caer frente a Burkina Fasso por 1-0. Un gol marcado de penalti por Sanou, un delantero rapidísimo y atlético que ya vive del fútbol en Austria, cuando el primer periodo se acercaba al descanso se transformó en una derrota que obliga a jugarse la continuidad en el Campeonato del Mundo sub 17 mañana frente a Argentina, un equipo trufado de jugadores brillantes, pero físicamente más parejos a l...

'Odio perder', asegura Fernando Torres. No debe de ser el único. La selección española recorrió ayer el largo trayecto en autobús desde el sur de la isla de Trinidad hasta su hotel con caras largas tras caer frente a Burkina Fasso por 1-0. Un gol marcado de penalti por Sanou, un delantero rapidísimo y atlético que ya vive del fútbol en Austria, cuando el primer periodo se acercaba al descanso se transformó en una derrota que obliga a jugarse la continuidad en el Campeonato del Mundo sub 17 mañana frente a Argentina, un equipo trufado de jugadores brillantes, pero físicamente más parejos a los españoles que los grandullones de Burkina.

'Es que los africanos son tremendos', decía con asombro Juan Santisteban, el técnico. 'Menos Brasil, todos los demás torneos juveniles se los llevan equipos de África. Y lo más curioso es que luego, de mayores, no suelen hacer nada', reflexionaba en voz alta. Los futbolistas de Burkina destacan incluso en el comedor del hotel, donde con sus espaldas tapan toda la perspectiva. Y es que hay una diferencia física insalvable entre Nigeria y Burkina Fasso y los demás conjuntos.

A la selección española ya sólo le queda la carta de ganar a Argentina. 'Es un equipazo, pero igual a nosotros nos viene mejor que los otros', advierte Diego León. Puede ser, pero lo cierto es que los suramericanos vencieron al pasado martes a Omán sin ningún problema por 3-0 y que sus compañeros y él sólo pudieron hacerlo por 2-1 y en el último suspiro.

El delantero Maxi López, que ya ha debutado con el River Plate y que habla sin detenerse, alejándose poco a poco, con ese aire de estrella en ciernes sin tiempo para nada, dice que está 'bien'. Carlos Tévez y él forman una delantera de altísima calidad y, por lo visto frente a Omán, sí están 'bien'. Algo que no puede decir con la boca muy ancha el cuadro español, que, al margen de los problemas físicos, no está terminando de dar la impresión de estar equilibrado. Con las líneas muy separadas a la hora, sobre todo, de defenderse y espeso a la de atacar, le han creado en dos partidos un número de ocasiones claras altísimo, especialmente en llegadas rompiendo desde atrás y quedándose mano a mano con Moya, el portero. Los dos encuentros disputados, tanto el ganado como el perdido, han dejado la impresión de una selección borrosa, sin chispa.

A todo esto, el equipo conoció ayer su nuevo alojamiento. El anterior no pasó el examen al que le sometió un delegado de la FIFA. La humedad en las habitaciones, cuyas paredes y suelo estaban completamente mojados, fue el argumento decisivo.Quizá también tuviera algo que ver el que los chicos encontraran un pequeño lagarto rosáceo en una de las habitaciones. Tal vez la nueva ubicación dé más suerte. España la va a necesitar.