Crónica:VUELTA 2001 | Jornada de descanso

Heras busca fuerzas en Montserrat

El ganador de la ronda en 2000 asciende la montaña catalana la víspera de los Pirineos

Cuando la Vuelta loca, la ronda de las mínimas diferencias y los cambios de rumbo, parecía haber alcanzado un compromiso de equilibrio y todo el mundo se preparaba para una carrera reducida al duelo Sevilla-Beloki o Kelme-ONCE-Eroski, Roberto Heras decidió aprovechar el día de descanso, la víspera de la trilogía pirenaica, para subir a Montserrat.

No es broma. No es tampoco que el ganador de la Vuelta 2000 haya pensado que la visita a la Moreneta sea el único recurso que le queda para acabar con la mala suerte en 2001. No. La ascensión de Heras, punto clave de una dura sesión de ...

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Cuando la Vuelta loca, la ronda de las mínimas diferencias y los cambios de rumbo, parecía haber alcanzado un compromiso de equilibrio y todo el mundo se preparaba para una carrera reducida al duelo Sevilla-Beloki o Kelme-ONCE-Eroski, Roberto Heras decidió aprovechar el día de descanso, la víspera de la trilogía pirenaica, para subir a Montserrat.

No es broma. No es tampoco que el ganador de la Vuelta 2000 haya pensado que la visita a la Moreneta sea el único recurso que le queda para acabar con la mala suerte en 2001. No. La ascensión de Heras, punto clave de una dura sesión de entrenamiento de cuatro horas en solitario, significa sencillamente que el bejarano aún se cree con capacidad para terciar en el duelo de sus sucesores. La Vuelta 2001, ya interesante de por sí, con nada menos que una decena de corredores en un abanico de tres minutos después de disputarse tres etapas de las llamadas decisivas, encuentra un tercer protagonista. El no va más.

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Ya lo ha dicho Beloki, el líder por sólo 14 segundos de diferencia sobre Sevilla: 'Cualquiera de los diez primeros puede ganar la Vuelta'. Eso incluye a Heras, el mejor escalador de la generación, una característica importante para marcar las diferencias en una carrera a la que aún le quedan cuatro llegadas en alto y una cronoescalada. Heras marcha el octavo, a 2m 47s de Beloki, lo que no es mucho tiempo ni poco, pero tampoco una barrera infranqueable. También Igor Galdeano, el hombre de Ordino, tendría su oportunidad.

Para empezar a probarlo, el salmantino y el vitoriano deberán aplicarse fuerte desde hoy. Dividida en tres ciclos montañosos, la Vuelta comienza, con la llegada a la suave La Molina, el segundo, el tríptico de los Pirineos. La corta subida a la estación de la Cerdanya (sólo cinco kilómetros) será el aperitivo de la verdadera etapa reina, la Alp-Pal de mañana, sólo 154 kilómetros, pero con cinco puertos (tres primeras y un segunda) antes de la subida final a Pal, 11 kilómetros en el corazón de Andorra. El jueves, la cronoescalada de Ordino-Arcalís, de 17 kilómetros, con nueve de verdadera subida, acabará con los Pirineos y, también, según muchos protagonistas, con la Vuelta.

'La fotografía de la cronoescalda debería ser la definitiva', dice Manolo Saiz, el director del ONCE-Eroski.

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