Reportaje:

Un templo budista en el Garraf

La comunidad budista de Olivella será la primera que tenga una Estupa

La comunidad budista de Olivella, situada en pleno corazón de parque natural del Garraf, está ultimando la construcción del primer tempo budista, denominado Estupa, que tendrá Cataluña. La Estupa, Chörten en tibetano, es portadora de 'paz, salud y larga vida', según la tradición budista.

El templo, situado justo delante del monasterio, estará listo para su inauguración en un mes y medio, cuando acaben los trabajos de colocación de los decorados exteriores y el enjardinamiento de la zona, que ya han comenzado.

Según la comunidad, la colocación del templo en el parque natura...

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La comunidad budista de Olivella, situada en pleno corazón de parque natural del Garraf, está ultimando la construcción del primer tempo budista, denominado Estupa, que tendrá Cataluña. La Estupa, Chörten en tibetano, es portadora de 'paz, salud y larga vida', según la tradición budista.

El templo, situado justo delante del monasterio, estará listo para su inauguración en un mes y medio, cuando acaben los trabajos de colocación de los decorados exteriores y el enjardinamiento de la zona, que ya han comenzado.

Según la comunidad, la colocación del templo en el parque natural 'le da una energía especial'. Los preparativos para la construcción de la Estupa se iniciaron el 18 de noviembre de 2000 cuando se hicieron las primeras bendiciones del lugar y el Lama nepalí Chodrak hizo entrega de los planos para su construcción, aunque la ejecución de proyecto no se inició hasta hace cuatro meses.

La edificación, de 10 metros de altura, contiene en su interior el trozo de un diente de uno de los fundadores de la tradición Sakya del siglo XII, tierra de todos los continentes, agua de todos los océanos, un millar de pequeños budas y los nombres de todas las personas que han participado en el proyecto. 'Así quedarán protegidos por su influencia positiva', dicen los monjes. Durante estos días se está preparando la colocación de las decoraciones doradas del exterior, el jardín y los 108 pequeños molinos que rodearán el templo.

Según la religión budista, cada vez que una persona circunvala el templo y hace rodar los molinos metálicos, está rezando un mantra, texto sagrado de Buda. La ejecución del jardín se llevará a cabo de manera conjunta con la Diputación de Barcelona, que está preparando el proyecto Medinat (Meditació i Natura) dentro de las 24 hectáreas agrícolas que tiene la finca.

La institución provincial colabora desde la creación de la comunidad en la zona, en 1996, a través de los talleres de Artes y Oficios que han restaurado parte del inmueble. La construcción del templo, que ha costado unos 10 millones de pesetas, cuenta con el beneplácito de la Diputación de Barcelona, que gestiona el parque natural, y la Generalitat. Con su inauguración, la comunidad espera incrementar las visitas al monasterio, situadas en unas 30.000 personas al año y convertir la zona en un centro de peregrinación budista. Los visitantes del monasterio, de momento, visitan el edificio de estilo ecléctico de finales del siglo XIX y la exposición de mantras, estatuas de Buda, vestidos, medicinas y fotografías que acoge la segunda planta del inmueble. El responsable de la comunidad y hasta ahora único lama catalán entronizado, Jamyang Tashi Dorje -aunque su verdadero nombre es Josep-, explica: 'El proceso de inauguración tardará dos o tres años ya que queremos que los lamas que nos visiten a partir de ahora hagan diferentes cultos de consagración'.

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El lama catalán, reencarnación de un maestro, empezó dando clases de filosofía budista hace 15 años en Sabadell y ahora es el máximo responsable del monasterio, con unos 20 monjes, más de 200 miembros que le siguen y con delegaciones a su cargo en Santa Coloma de Gramenet, Castellón de la Plana y La Paz (Bolivia), donde ya tiene algunos discípulos. En este último país, la comunidad budista está estudiando la construcción de un pequeño monasterio en el municipio de Cochabamba.

Problemas con un restaurante

La comunidad budista adquirió hace seis años parte del edificio que ocupa a la sociedad francesa Valderreis, SA, firma que mantuvo los derechos de un pequeño restaurante situado justo al lado, en las antiguas bodegas de la finca. Desde el inicio, la comunidad y los gerentes del restaurante se han enfrentado 'por el ruido que causa el establecimiento, que parece más una discoteca por las noches que un restaurante. Vinimos buscando la tranquilidad que no nos ofrecía la ciudad y nos encontramos con fiestas nocturnas cada fin de semana que perturban nuestra tranquilidad y el medio del parque natural'. El grado de malestar y enfado salta a la vista ya que las paredes exteriores del monasterio están llenas de pancartas en las que se muestra el rechazo de los budistas a la reapertura del establecimiento, que ha estado dos años sin funcionar. Para la comunidad budista, si el restaurante vuelve a abrir las puertas 'es por responsabilidad del alcalde de Olivella, que prefiere tener aquí al restaurante que a nosotros', dice el lama. Por eso, los abogados de la comunidad budista del Garraf han iniciado acciones legales que pretenden evitar que se reabra el restaurante. Eso o, cuando menos, que cumplan las normas de convivencia 'lógicas que tendría que haber'. La comunidad budista expresa sus temores sobre la tranquilidad 'necesaria' que tendrá su Estupa si abre de nuevo el restaurante, a pocos metros de distancia. El alcalde de Olivella, Joaquim Mas, dice: 'Con mucho respeto a la comunidad, ellos tienen el mismo derecho de estar que el restaurante. Lo único que hemos hecho es permitir unas obras para reabrir una actividad para la que tienen los permisos'.