'El búnker de Canal 9 es el mayor lastre para el audiovisual valenciano'

Carlos Pastor es el actual presidente de la Asociación de Directores de Cine de la Comunidad Valenciana. Tiene 51 años y ha hecho de todo en el sector audiovisual: publicidad, vídeo arte, documentales y ficción. En la Barcelona de los setenta inspiró a su amigo Mariscal un personaje de cómic, Fermín, quien junto a Piker, un trasunto del propio Mariscal, compondrían los Garriris. Hoy, Pastor va por el mundo pegado a un teléfono de última generación que se abre para convertirse en un teclado completo por el que se conecta a la red.

Pregunta. Felicidades, Zaplana ha puesto este vera...

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Carlos Pastor es el actual presidente de la Asociación de Directores de Cine de la Comunidad Valenciana. Tiene 51 años y ha hecho de todo en el sector audiovisual: publicidad, vídeo arte, documentales y ficción. En la Barcelona de los setenta inspiró a su amigo Mariscal un personaje de cómic, Fermín, quien junto a Piker, un trasunto del propio Mariscal, compondrían los Garriris. Hoy, Pastor va por el mundo pegado a un teléfono de última generación que se abre para convertirse en un teclado completo por el que se conecta a la red.

Pregunta. Felicidades, Zaplana ha puesto este verano la primera piedra de la Ciudad del Cine.

Respuesta. Gracias, pero no se merecen. Nosotros no tenemos nada que ver en ello. Ni los directores de cine valencianos, ni ninguna otra asociación profesional del sector sabe nada de ese proyecto. Todo lo que conocemos lo sabemos por la prensa.

P. ¿El nombramiento de Jorge Berlanga como director de la Mostra qué película le recuerda?R. 'Encuentros en la tercera fase', es una marcianada total

P. ¿Y quien va rodar en ese Hollywood alicantino?

R. Por lo que parece, los del Hollywood californiano pero con la mano de obra a precio de saldo. Por la marcha que llevan, los contenidos vendrán de fuera y nuestros actores harán de extras.

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P. En su gremio se refieren a 1996 como 'el año del espejismo' ¿qué diablos es eso?

R. Es el año que se demostró que se podían rodar películas diseñadas desde aquí y con técnicos y medios valencianos. Se rodaron nueve en el mismo año. Fue un éxito arrollador del sector y creímos que las cosas iban a cambiar pero todo volvió a ser como antes. Con una diferencia. Los valencianos descubrieron que podían tener una cinematografía propia igual que los catalanes, vascos, gallegos y andaluces y que si no era así, era porque se la estaban quitando.

P. ¿Y qué se ha hecho de las películas?

R. En los cines se estrenaron todas, lo que supone de por sí un éxito memorable. No es siempre así en el cine español. Pero por televisión sólo pasaron por Canal Plus, que al ser de pago quedaba fuera de los derechos de antena adquiridos por Canal 9 que las metió en un cajón años y años.

P. ¿Por qué?

R. ¿Sería una paranoia considerar que fue la manera que tuvo el búnker de la televisión valenciana de silenciar la existencia de un sector audiovisual valenciano maduro y capaz de hacer ficción al más alto nivel? Desde que Amadeo Fabregat, el primer director de televisión valenciana, recicló técnicos de segundo nivel del centro regional de TVE y los convirtió en directivos de la nueva televisión, la manera que estos directivos ineficaces tuvieron de eternizarse en el cargo fue constituirse en un búnker y negar la existencia de una industria valenciana que con su florecimiento, a pesar de carecer de medios, evidenciaba su incompetencia. Actualmente el mayor lastre que existe para el despegue del sector audiovisual valenciano es su televisión autonómica que no está a la altura de las circunstancias. Para que TVV funcionara debería de cambiar por completo la estructura de su organigrama.

P. ¿En Cataluña o en Galicia están tan crudas las cosas?

R. Para nada. Allí hay una voluntad política real de que exista un sector audiovisual boyante. En toda Europa no puede existir una cinematografía propia sin la voluntad política de que exista. Sin embargo, a pesar de todo, el sector audiovisual valenciano ha crecido, ha experimentado una evolución estilística vertiginosa y ahora está a punto de caramelo. Sólo falta que la sociedad valenciana exija que no le roben el tener una cinematografía propia.

P. ¿La Bienal de Consuelo Ciscar ha tenido repercusión en la producción de vídeo arte y de vídeo instalaciones?

R. Pasa lo mismo que con la Ciudad del Cine. Lo que sabemos de la Bienal lo sabemos por la prensa. ¿Por favor, podría decirme si se ha proyectado vídeo arte valenciano en la Bienal?

P. Disculpe, pero quien pregunta soy yo, así que, por favor, hábleme de Jorge Berlanga, de los García Berlanga de toda la vida. ¿Su nombramiento como director de la Mostra de Cine qué película le recuerda?

R. Encuentros en la tercera fase.

P. ¿Por qué?

R. Porque el asunto no puede ser más extraterrestre. Se contrata a un director para la Mostra que no conoce a nadie, pero que es hijo de alguien que sí que conoce a todos y como el nuevo director no sabe dirigir un festival, contratan a un escritor de Madrid para que lo dirija en la sombra, y entre los dos cobran al año veintitantos millones de pesetas anuales. ¿No es marciano habiendo valencianos capaces de dirigir la Mostra? Aparte de que ninguno de los dos contratados conoce nuestro sector audiovisual y la Mostra debería de ser el escaparate al exterior de la cinematografía valenciana, como lo es el festival de San Sebastián con respecto al cine vasco. ¿Es o no extraterrestre el encuentro?