Lopera despide a Cuéllar y le acusa de 'dañar la buena imagen del club'

Ángel Cuéllar se sumó ayer a la larga lista de jugadores del Betis que han salido del club por la puerta de atrás, salpicados por todo tipo de acusaciones surrealistas y abocados a recurrir a los tribunales. Despedidos por la primera ocurrencia que se le viene a la cabeza al presidente y dueño, Manuel Ruiz de Lopera. Igual que en años anteriores ocurriera con Ayala, Geli o Solozábal, Cuéllar recibió en la tarde del martes la carta por la que el Betis le notificaba oficialmente su 'despido disciplinario por dos faltas muy graves'.

Una carta que Cuéllar recibía un día antes de que se cump...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ángel Cuéllar se sumó ayer a la larga lista de jugadores del Betis que han salido del club por la puerta de atrás, salpicados por todo tipo de acusaciones surrealistas y abocados a recurrir a los tribunales. Despedidos por la primera ocurrencia que se le viene a la cabeza al presidente y dueño, Manuel Ruiz de Lopera. Igual que en años anteriores ocurriera con Ayala, Geli o Solozábal, Cuéllar recibió en la tarde del martes la carta por la que el Betis le notificaba oficialmente su 'despido disciplinario por dos faltas muy graves'.

Una carta que Cuéllar recibía un día antes de que se cumpliesen los 15 días de suspensión de empleo que le impuso el club -porque, según su versión, el delantero 'había disminuido voluntariamente su rendimiento'- y en la que se le acusa de 'haber pretendido dañar la buena imagen del club así como desestabilizar a técnicos y compañeros' por criticar al club ante la prensa cuando le fue notificada la sanción.

Además, el Betis recuerda en su notificación que sobre Cuéllar también pesan las tres faltas graves y una muy grave con las que fue sancionada su participación en el plante que la plantilla realizó el pasado verano, que se saldó con el despido de Solozábal, al que Lopera señaló como instigador de la revuelta.

El abogado de Cuéllar, Fernado Pérez Espinosa, explicó que esta situación obedece al enfado que provocó en el Betis la negativa del jugador a plegarse a las condiciones que le ofrecieron para marcharse. Según Espinosa, el jugador pidió la carta de libertad, sus derechos de imagen -unos 200 millones de pesetas netos- y la celebración de un partido homenaje a cambio de rescindir los tres años de contrato que le quedaban. El Betis le respondió ofreciéndole el sueldo, cerca de 15 millones de pesetas, sin derechos de imagen.

Archivado En