Pierre Klossowski,pintor, escritor y buscador de cómplices

Pierre Klossowski nació en 1905 bajo el signo de la imagen. Su padre, un noble polaco, es un especialista en historia del arte y decorador de teatro, su madre alumna de Bonnard y amiga de André Derain y Maurice Denis. Durante años será un escritor tan admirado como poco conocido (Blanchot y Butor escribieron páginas elogiosas sobre él) o un pintor apreciado por el escándalo que suscitaban sus imágenes pedófilas y sadomasoquistas al tiempo que criticado por sus aparentes errores técnicos.

Surrealista, protestante apasionado por la teología, benedictino frustrado, judío de origen, católic...

Pierre Klossowski nació en 1905 bajo el signo de la imagen. Su padre, un noble polaco, es un especialista en historia del arte y decorador de teatro, su madre alumna de Bonnard y amiga de André Derain y Maurice Denis. Durante años será un escritor tan admirado como poco conocido (Blanchot y Butor escribieron páginas elogiosas sobre él) o un pintor apreciado por el escándalo que suscitaban sus imágenes pedófilas y sadomasoquistas al tiempo que criticado por sus aparentes errores técnicos.

Surrealista, protestante apasionado por la teología, benedictino frustrado, judío de origen, católico para mejor poder transgredir la moral, Pierre Klossowski, fallecido en París el pasado domingo, se lanzó a la escritura gracias al empuje que le proporcionó su amigo George Bataille y a una notable experiencia como traductor. En su trilogía La ley de la hospitalidad se deja llevar por su admiración respecto al marqués de Sade y cuenta los infortunios de la virtud de su heroína en Roberte, ce soir (1954), La Révocation de l'Edit de Nantes (1959) y Le Souffleur (1960). Roberte es un personaje inspirado en la esposa del artista, una esposa a la que él somete a todo tipo de vejaciones, de manera que su vida se asemeja a la Belle de jour que inmortalizara Joseph Kessel.

La filiación sadiana ya había sido expuesta por Klossowski en 1947 cuando publicó Sade, mon prochain, un libro que determinó la definitiva catalogación del autor entre los heterodoxos. Como su hermano, el pintor Balthus, fallecido hace seis meses, Klossowski jugaba con su dominio de un cierto academicismo para hacer aún más chocantes las escenas violentas que dibujaba, a menudo pintadas con tonalidades de color pastel y con detalles infantiles que les insuflaban una especial perversidad. En ese sentido Roberte, la burguesa perdida en el mundo de una sexualidad libertina, es la creación que mejor resume las preocupaciones de un creador que decía de sí mismo 'mi única ambición es encontrarme cómplices'.-