MÚSICA

Jagger reemprende su carrera en solitario

Inasequible al desaliento, Mick Jagger vuelve a las andadas. A sus 58 años, acaba de anunciar que ha firmado contrato como solista con Virgin (la misma compañía que edita a los Rolling Stones) y que el primer fruto de ese pacto verá la luz en noviembre. Será su cuarto álbum en solitario y la continuación de Wandering spirit, su lanzamiento de 1993.

Oficiosamente, se habla de dar salida a una creatividad limitada dentro de los Stones. El grupo es la gran institución del rock y tiene unos parámetros estilísticos perfectamente definidos, que no permiten la expresión de los gustos pe...

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Inasequible al desaliento, Mick Jagger vuelve a las andadas. A sus 58 años, acaba de anunciar que ha firmado contrato como solista con Virgin (la misma compañía que edita a los Rolling Stones) y que el primer fruto de ese pacto verá la luz en noviembre. Será su cuarto álbum en solitario y la continuación de Wandering spirit, su lanzamiento de 1993.

Oficiosamente, se habla de dar salida a una creatividad limitada dentro de los Stones. El grupo es la gran institución del rock y tiene unos parámetros estilísticos perfectamente definidos, que no permiten la expresión de los gustos personales del cantante, más cercanos a la música bailable y al pop de moda. En realidad, volver a cantar ahora resulta esencial para su ego: no lleva una gran racha. Su carrera como productor cinematográfico le ha dado pocas satisfacciones: ha producido Enigma y tiene planes con Martin Scorsese (The long play, sobre la industria de la música), pero sigue siendo un instruso en un mundo infinitamente más cerrado que el del rock. Por el contrario, se ha hablado demasiado de los desastres de su vida amorosa.

Cierto que Jagger corre un riesgo: su primera intentona de establecerse en solitario, con los discos She's the boss (1985) y Primitive cool (1987), estuvo a punto de hundir a los Stones. Jagger dio prioridad a esos proyectos y Keith Richards, guardián de las esencias del grupo, lo interpretó como un acto de traición y se dedicó a lanzarle dardos envenenados. Para su frustración, ambos discos pincharon y eso facilitó la reconciliación: los Stones retomaron la actividad con Steel wheels y la gira mundial consiguiente. A partir de ese momento, se llegó a un entendimiento: se aceptan los trabajos particulares de Jagger, Richards y sus compañeros, siempre que no interfieran con el grupo principal.

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