Mas promete fidelidad al sistema de financiación 'tres o cuatro años'

El consejero propone aparcar las reivindicaciones económicas

En los acuerdos sobre financiación autonómica de la última década, CiU ha seguido hasta ahora siempre el mismo esquema: primero aplaude con entusiasmo el pacto y se atribuye el mérito del avance. Un tiempo después, retoma el discurso sobre la 'asfixia' económica que supuestamente sufre la autonomía catalana y sitúa en el primer lugar de sus prioridades la demanda de un nuevo sistema de financiación.

Ayer, Mas, en la localidad pirenaica de Planoles, en la Escuela de Verano de las Juventudes de Convergència Democràtica (CDC), puso fecha a la próxima ola reivindicativa, a pesar de que el G...

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En los acuerdos sobre financiación autonómica de la última década, CiU ha seguido hasta ahora siempre el mismo esquema: primero aplaude con entusiasmo el pacto y se atribuye el mérito del avance. Un tiempo después, retoma el discurso sobre la 'asfixia' económica que supuestamente sufre la autonomía catalana y sitúa en el primer lugar de sus prioridades la demanda de un nuevo sistema de financiación.

Ayer, Mas, en la localidad pirenaica de Planoles, en la Escuela de Verano de las Juventudes de Convergència Democràtica (CDC), puso fecha a la próxima ola reivindicativa, a pesar de que el Gobierno del PP pretende que el nuevo modelo no sea objeto ya de nuevas revisiones: dentro de 'tres o cuatro años' -es decir, en la próxima legislatura- CiU volverá a agitar la bandera de la financiación.

Mas lo dijo antes de dar una charla a puerta cerrada con los jóvenes de su partido, alineados con los sectores más nacionalistas de la coalición y, por tanto, los menos entusiastas con el acuerdo alcanzado el viernes. A estos jóvenes, que soñaban con un sistema similar al Concierto Vasco y 400.000 millones de pesetas anuales más para Cataluña, el consejero jefe les pidió contención y les animó a que vean como un 'éxito' el nuevo modelo, aunque todavía les sepa a poco.

'Acabada esta negociación tan importante para Cataluña, ha llegado el momento de dejar de situar en primer plano la reivindicación de más dinero', dijo el también secretario general de CDC. Aunque, matizó: 'Nuestros objetivos a largo plazo siguen vigentes'.

La petición de prudencia a los jóvenes es también una advertencia para los soberanistas de CDC, que en boca del ex secretario general del partido Pere Esteve han recibido el acuerdo con poco entusiasmo. Para la cúpula de CiU, el apoyo interno al nuevo sistema sin fisuras es muy importante: en primer lugar, para que cale en los ciudadanos la sensación de que el nuevo sistema es un 'éxito' cuyo mérito es de CiU y muy particularmente del delfín de Pujol, Artur Mas. En segundo lugar, para desactivar las críticas de la izquierda catalana y no dar ningún argumento al presidente del Partit dels Socialistes (PSC), que el viernes consideró 'poco ambicioso' el nuevo modelo y auguró que no durará ni cinco años.

En su intervención ante los jóvenes de CDC, Mas elogió el nuevo sistema y no ahorró críticas contra Pasqual Maragall, según explicaron varios de los asistentes a la reunión. Ya antes del encuentro había lanzado sus dardos contra su rival socialista: 'Maragall esperaba que las negociaciones acabaran mal, pero tenemos el mejor pacto en 20 años y cuando pierde una partida se pone de mal humor', dijo el consejero jefe en tono jocoso. Y añadió: 'Ha quedado demostrado que Maragall no pinta nada en el partido socialista'.

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Independentismo

Los jóvenes de CDC, por su parte, se presentarán este año a la Diada de Cataluña con un lema independentista, sin ninguna ambigüedad: Nuestra estrella no es fugaz. Independencia. Pese a que las juventudes de CDC han alardeado en ocasiones de tener un proyecto independentista, nunca antes lo habían escrito con letras mayúsculas en su pancarta de la Diada.

Al final se han decidido, justo cuando la vinculación entre Convergència y el Partido Popular (PP) es más estrecha. En Planoles, una pancarta en inglés advierte: Catalonia is not Spain (Cataluña no es España).