Un producto para Barcelona
Tarragona será la fabricante de la energía eólica que, básicamente, se consumirá en Barcelona. Según la entidad medioambiental Depana, Tarragona tiene en marcha un centenar de proyectos de parques eólicos. Una cifra considerable, muy lejos de los 15 parques que se plantean en el Empordà y de la decena prevista en Lleida.
Al menos 35 parques eólicos de Tarragona han iniciado ya los trámites legales y cinco ya tienen autorización. La incógnita reside en saber cómo afectará el nuevo Mapa Eólico a los proyectos en curso. ¿Se denegará la construcción de parques que habían superado ya diverso...
Tarragona será la fabricante de la energía eólica que, básicamente, se consumirá en Barcelona. Según la entidad medioambiental Depana, Tarragona tiene en marcha un centenar de proyectos de parques eólicos. Una cifra considerable, muy lejos de los 15 parques que se plantean en el Empordà y de la decena prevista en Lleida.
Al menos 35 parques eólicos de Tarragona han iniciado ya los trámites legales y cinco ya tienen autorización. La incógnita reside en saber cómo afectará el nuevo Mapa Eólico a los proyectos en curso. ¿Se denegará la construcción de parques que habían superado ya diversos trámites o se les permitirá continuar aunque ahora ocupen una zona incompatible?
Entidades como la Institución Catalana de Historia Natural, por su parte, critican que la construcción de parques eólicos en zonas de montaña supone un impacto ambiental alto. Las grandes vías de acceso necesarias para instalar los molinos y permitir el paso de maquinaria pesada ocasionan erosiones graves en las pendientess y permiten el paso de vehículos a zonas antes tranquilas. Los grandes molinos pueden tener efectos sobre la avifauna de mayor tamaño por colisión directa con las aspas y en las zonas ocupadas por los parques pueden ahuyentar a especies amenazadas, como se ha comprobado en Pradell (Priorat) con el águila perdicera.