El fuego obliga al desalojo de 400 vecinos de Manilva

La última semana será difícil de olvidar para los ciudadanos de la Costa del Sol, que han visto como las llamas se cebaban en tres de sus municipios más turísticos. El último de los siniestros se produjo la noche del sábado en Manilva y, aunque sólo quemó tres hectáreas, obligó al desalojo de 400 personas de dos urbanizaciones del núcleo costero de Sabinillas. Un vecino de nacionalidad británica sufrió un amago de infarto al ver como el fuego se acercaba peligrosamente a las casas.

La quema incontrolada de rastrojos pudo ser la causa de este último incendio, que se inició pasadas las 22...

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La última semana será difícil de olvidar para los ciudadanos de la Costa del Sol, que han visto como las llamas se cebaban en tres de sus municipios más turísticos. El último de los siniestros se produjo la noche del sábado en Manilva y, aunque sólo quemó tres hectáreas, obligó al desalojo de 400 personas de dos urbanizaciones del núcleo costero de Sabinillas. Un vecino de nacionalidad británica sufrió un amago de infarto al ver como el fuego se acercaba peligrosamente a las casas.

La quema incontrolada de rastrojos pudo ser la causa de este último incendio, que se inició pasadas las 22.00 en la urbanización Princesa Cristina y se extendió a la urbanización Guadalupe en dos horas. La policía desalojó como medida preventiva medio centenar de vecinos que viven en la zona ante la cercanía de las llamas, que comenzaron en un terreno de monte bajo próximo a las viviendas. Los bomberos lograron controlar el fuego sobre las 2.15 ayudados por un más que providencial chaparrón de verano.

El fuerte viento de levante hizo que, sobre la medianoche, las llamas se extendieran rápidamente. El fuego afectó a las paredes exteriores de una casa y se quedó a un escaso metro de las restantes. Varios vecinos sufrieron ataques de ansiedad y nerviosismo.

Un detenido en Ojén

Pocos minutos después del inicio de este incendio, sobre las 22.30 del sábado, la Policía Autonómica detuvo al presunto autor del incendio que calcinó 227 hectáreas de terreno forestal en Ojén. El detenido, J.M.G., de 42 años y vecino de la localidad, es un perturbado mental que se encontraba bajo tratamiento médico, aunque en las últimas semanas había dejado la medicación.

El presunto pirómano fue acusado hace dos años de provocar un siniestro similar que arrasó 300 hectáreas en la zona del Juanar, también en Ojén, aunque posteriormente fue puesto en libertad por falta de pruebas. Según relataron varios vecinos, J.M.G. había amenazado dos días antes con provocar un fuego e incendiar el pueblo.

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