Un telepredicador curandero acusado de fraude reúne a 5.000 personas

Morris Cerullo, un telepredicador curandero acusado de fraude por la Asociación Grupo de Afectados por las Sectas, congregó ayer en la plaza cubierta de Leganés a más de 5.000 personas. Desde esta asociación han pedido al Gobierno que intervenga, porque, según aseguran, Cerullo no sólo utiliza la sugestión para hacer creer a sus seguidores que están sanados, sino que paga a un grupo de 'actores' para que salgan al escenario y finjan su curación. José Romero, portavoz de la Asociación del Grupo de Afectados por las Sectas, denunció ayer en la cadena SER que el año pasado, en otra actuación, ...

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Morris Cerullo, un telepredicador curandero acusado de fraude por la Asociación Grupo de Afectados por las Sectas, congregó ayer en la plaza cubierta de Leganés a más de 5.000 personas. Desde esta asociación han pedido al Gobierno que intervenga, porque, según aseguran, Cerullo no sólo utiliza la sugestión para hacer creer a sus seguidores que están sanados, sino que paga a un grupo de 'actores' para que salgan al escenario y finjan su curación. José Romero, portavoz de la Asociación del Grupo de Afectados por las Sectas, denunció ayer en la cadena SER que el año pasado, en otra actuación, este americano utilizó sus supuestas habilidades, 'posiblemente medio pago a personas' para fingir que curaba. Romero indicó que Cerullo primero empezó a aparentar que curaba sordos, y sacó al escenario a una mujer con su hijo supuestamente aquejado de esta enfermedad. El telepredicador, tras asegurar que había curado al niño, pidió al chiquillo que dijera 'uno, dos y tres' en inglés. El chaval así lo hizo, pero en castellano. 'Tiene un absoluto descaro, porque no sólo le curó de la sordera, sino que además le enseñó idiomas', ironiza José Romero.

Según denunció Romero, dos telepredicadores americanos recorren España pregonando sus supuestos poderes curativos. Uno de ellos es Cerullo y al otro se le conoce como Anaconda. La especialidad de este último es hacer empastes con polvo de oro y platino que, según explica a los espectadores, Dios le envía directamente a él.

En la actuación de Cerullo en Leganés, éste aseguró haber curado a una niña de Torrejón ciega de un ojo de nacimiento y a una mujer que no podía andar por tener una pierna imposibilitada. 'Quiero que sepáis que yo no soy un sanador sino solo un mensajero ungido de Dios, (...), nosotros no somos fanáticos, creemos en los doctores y en la medicina pero también que las oraciones son una sanidad divina', dijo Cerullo desde el púlpito.