Fase de clasificación para el Mundial 2002 | FÚTBOL

Los vigilantes sub 21 de la playa

Los jugadores de la selección sub-21 Orbaiz (Athletic) y Jusué (Osasuna), cuyo equipo ganó el martes a Israel (0-1) también tuvieron que emplearse a fondo ayer en la playa, donde disfrutaban de un día descanso. Ambos futbolistas se estaban bañando en una de las playas de Tel Aviv, muy próxima a su hotel, cuando advirtieron que un bañista estaba en apuros. Los dos jugadores -el del Athletic, capitán de los sub-21, y el Osasuna, integrante de la selección que se proclamó campeona del mundo sub-20- acudieron en su ayuda y le sacaron hasta la orilla. Al parecer, el bañista, una persona mayor, habí...

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Los jugadores de la selección sub-21 Orbaiz (Athletic) y Jusué (Osasuna), cuyo equipo ganó el martes a Israel (0-1) también tuvieron que emplearse a fondo ayer en la playa, donde disfrutaban de un día descanso. Ambos futbolistas se estaban bañando en una de las playas de Tel Aviv, muy próxima a su hotel, cuando advirtieron que un bañista estaba en apuros. Los dos jugadores -el del Athletic, capitán de los sub-21, y el Osasuna, integrante de la selección que se proclamó campeona del mundo sub-20- acudieron en su ayuda y le sacaron hasta la orilla. Al parecer, el bañista, una persona mayor, había sufrido un mareo y tenía dificultades para nadar hasta la orilla con el fuerte oleaje existente. El viento que atizaba ayer en la costa israelí tenía picado al mar, lo que aprovecharon con furor los surfistas. El bañista en problemas se recuperó sobre la arena y los dos jugadores españoles restaron importancia al suceso.

Mientras los sub-21 se daban un baño de sol, en el hotel de la selección absoluta se descartó la presencia de Mendieta en el partido a causa de una sobrecarga en un gemelo. Según los doctores de la selección el jugador tiene complicada su participación en el Valencia-Deportivo de próximo sábado. Quién sí se encontraba disponible era Raúl, que pese al golpe que recibió en el tobillo izquierdo durante el entrenamiento del martes, tras un violento choque con Javi Moreno, decidió personalmente jugar el encuentro.

Por otra parte, en el estadio fueron evidentes las medidas de seguridad. Alrededor de 550 policías y más de 700 agentes privados se encargaron de la vigilancia. Tal y como habían anunciado las autoridades israelíes, todos los espectadores, al igual que los representantes de los medios de comunicación, fueron cacheados y debidamente registrados a la entrada. Para acceder al campo se establecieron tres controles. En el primero, toda mochila o bulto era auscultada. En el segundo se cacheaba a cada asistente y en el tercero y definitivo se picaba la entrada.

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