El presidente de la junta de la Sagrada Familia afirma que el templo puede estar acabado en 20 años

'La Sagrada Familia se tiene que acabar en 20 años porque ahora es posible conseguirlo. Es un reto, pero si se puede, hay que hacerlo'. Lo aseguró ayer Joan-Jordi Bergós, presidente de la junta constructora del templo expiatorio, que el domingo 10 de junio celebra una jornada de puertas abiertas que permitirá a los ciudadanos ver el estado actual de las obras. La celebración de la colecta anual, cuyo principal objetivo es recaudar fondos para la continuación del edificio, coincide con el 75º aniversario de la muerte de Antoni Gaudí.

El arquitecto jefe del templo, Jordi Bonet, no es tan ...

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'La Sagrada Familia se tiene que acabar en 20 años porque ahora es posible conseguirlo. Es un reto, pero si se puede, hay que hacerlo'. Lo aseguró ayer Joan-Jordi Bergós, presidente de la junta constructora del templo expiatorio, que el domingo 10 de junio celebra una jornada de puertas abiertas que permitirá a los ciudadanos ver el estado actual de las obras. La celebración de la colecta anual, cuyo principal objetivo es recaudar fondos para la continuación del edificio, coincide con el 75º aniversario de la muerte de Antoni Gaudí.

El arquitecto jefe del templo, Jordi Bonet, no es tan optimista como Bergós. Ayer negaba que fuera posible acabar el templo en un plazo tan corto, aunque comprendía la euforia de la junta debido al espectacular avance que han tenido las obras en los últimos 15 años, realizado gracias a los avances tecnológicos y el aumento de ingresos por el turismo. 'A lo que sí me puedo comprometer es a que el 19 de marzo de 2007, coincidiendo con el 125º aniversario de la primera piedra, el templo esté acabado por dentro, lo cual permitiría dedicarlo al culto', afirmó el arquitecto.

En 2001 está previsto invertir unos 1.100 millones de pesetas en la continuación de las obras. Bonet anunció que no se apreciarían mucho los progresos ya que se trabaja a gran altura y los esfuerzos se centran en la preparación de las siguientes fases de las obras.

La actividad en el templo es abrumadora. Hay obras en toda la manzana y se trabaja en quince puntos que avanzan de forma paralela. Con todo, el principal esfuerzo se realizó el año pasado cuando se acabó la nave central con el objeto de que el 31 de diciembre pudiera celebrarse el final de siglo y la clausura del año jubilar. Fue una acto deslucido ya que pocos días antes se desprendió una gran pieza de hormigón de más de 200 kilos de peso que cayó desde 40 metros sobre el taller de las obras.

Han pasado casi seis meses desde aquel incidente y, finalmente, la junta de la Sagrada Familia ha reconocido públicamente que fue un fallo humano lo que originó el desprendimiento de la pieza de hormigón arquitectónico de más de 200 kilos de peso. La versión oficial hasta la fecha era que la piedra se había desprendido debido a 'un remolino de viento', lo cual causó mayor alarma entre los vecinos y malestar entre los mismos trabajadores de la obra.

El presidente de la junta constructora, Joan-Jordi Bergós, reconoció ayer que se debió a un fallo humano. 'Cuando retiraron los andamios de la nave se quitaron también por error unos puntales que aguantaban las piedras', afirmó Bergós. Los anclajes de seguridad resistieron, pero finalmente falló uno que aguantaba la pieza situada justo al lado de la que cayó. Debido a la inestabilidad del soporte y, tal vez, ayudada por el viento, esta piedra se movió y chocó con la otra, lo cual provocó su desprendimiento desde una altura de 40 metros sobre el taller de las obras. La piedra causante del accidente quedó suspendida y fue retirada al día siguiente. No hubo daños personales debido a que el accidente se produjo de madrugada. 'Hemos reforzado las medidas de seguridad y los controles, que desde siempre son muy estrictos', afirmó Bergós. El jefe de la obra, Ramon Espelt, insistió en que 'se trabaja con una seguridad extrema' y recordó que 'no hubo ninguna denuncia'.

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En estos momentos se actúa en diferentes frentes. Los trabajos más espectaculares se concentran en el transepto y el crucero, así como en la finalización de las cubiertas de la nave principal. También se está construyendo un nuevo edificio, destinado a la acogida de visitantes, en la zona del claustro que comunica la fachada de la Pasión con la principal.

En el terreno escultórico, se ha adjudicado al escultor japonés Sotoo la realización de las puertas de la fachada del Nacimiento. En la de la Pasión, Josep Maria Subirachs trabaja actualmente en la figura del Espíritu Santo que culminará el pináculo central.

El templo estrena nuevo logotipo y ha mejorado los servicios para los turistas. También se ha creado la Asociación de Amigos del Templo y se están realizando estudios para conocer el perfil de los visitantes, que el año pasado fueron casi 1,5 millones.

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