EDDY DUCHIN

Allá por 1956, se estrenó The Eddy Duchin story. Tyrone Power, en uno de sus últimos papeles, encarnaba al pianista y director de orquesta que triunfó en los años treinta y cuarenta. En compañía de Kim Novak, Power daba el pego como genio del teclado, pero, obviamente, no tocaba: el biopic contaba con los servicios invisibles de otra figura de la música amable para gente de la buena sociedad, el neoyorquino Carmen Cavallaro. El disco resultante era pieza codiciada por coleccionistas de bandas sonoras y paladeadores del easy listening (la última vez que salió en vinilo fue ...

Allá por 1956, se estrenó The Eddy Duchin story. Tyrone Power, en uno de sus últimos papeles, encarnaba al pianista y director de orquesta que triunfó en los años treinta y cuarenta. En compañía de Kim Novak, Power daba el pego como genio del teclado, pero, obviamente, no tocaba: el biopic contaba con los servicios invisibles de otra figura de la música amable para gente de la buena sociedad, el neoyorquino Carmen Cavallaro. El disco resultante era pieza codiciada por coleccionistas de bandas sonoras y paladeadores del easy listening (la última vez que salió en vinilo fue en 1971). Ahora, un aficionado español, Alfredo de Jesús, ha logrado que se reedite en CD. Entre dos interpretaciones del tema principal, el lacrimoso To love again, basado en un nocturno de Chopin, encontramos versiones melosas de estándares estadounidenses y La vie en rose. La faceta más exuberante de Duchin-Cavallaro está servida por piezas de exhibición como Dizzy fingers, Chopsticks y una adaptación trepidante de Aquarela do Brasil. Recuerdos de tiempos almidonados.-