Reportaje:

Jaque a la polémica del fuera de juego

Un aficionado inventa un sistema de señales de radio entre el trío arbitral para eliminar errores

La polémica del fuera de juego puede tener sus días contados. Ni más cámaras de vídeo ni imágenes congeladas. Javier Garrigues, un aficionado al fútbol de 24 años -jugador de baloncesto en el equipo de su pueblo, Meliana, a 15 kilómetros de Valencia-, ha inventado un sistema de detección basado en señales de radio frecuencia y acústicas que ayer se probó en un encuentro amistoso entre el Valencia juvenil y la selección valenciana sub 17.

Cansado de ver cómo los asistentes de los árbitros masacraban a Piojo López con fueras de juego, a Garrigues se le encendió la lucecita...

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La polémica del fuera de juego puede tener sus días contados. Ni más cámaras de vídeo ni imágenes congeladas. Javier Garrigues, un aficionado al fútbol de 24 años -jugador de baloncesto en el equipo de su pueblo, Meliana, a 15 kilómetros de Valencia-, ha inventado un sistema de detección basado en señales de radio frecuencia y acústicas que ayer se probó en un encuentro amistoso entre el Valencia juvenil y la selección valenciana sub 17.

Cansado de ver cómo los asistentes de los árbitros masacraban a Piojo López con fueras de juego, a Garrigues se le encendió la lucecita una noche tras un partido del Valencia. Dejó su trabajo como administrativo y se puso manos a la obra. Ahora, tres años después, el invento tiene pinta de floreciente negocio. El procedimiento es sencillo: el árbitro avisa mediante un botón en el silbato del momento exacto en el que se da un pase hacia los delanteros a través de una señal de radio frecuencia que recibe el asistente en un auricular en el oído. Mientras tanto, éste vigila la posición de los jugadores, de modo que no ha de estar pendiente a la vez del pasador y del recibidor. Cuando la señal sonora del árbitro coincide con la del asistente -el sonido es parecido al que hace un grillo-, banderín al aire. El delantero está en posición ilegal.

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'No fallar en una acción de fuera de juego es humanamente imposible. No se puede ver todo a la vez. Por eso pensé que había que quitarle una tarea al asistente', dice Garrigues, que ha invertido casi un millón de pesetas en su invento, patentado el 26 de julio de 1999.

'No pesa nada. Ni me he dado cuenta de que lo llevaba', dijo el árbitro del partido, José Miguel Escribano, de Segunda B. 'En Primera la velocidad es mayor, pero también el fútbol es fútbol. El invento sirve para el máximo nivel', añadió.

El encuentro fue presenciado por Manuel López, delegado de la UEFA, y grabado en vídeo por Garrigues, que mandará una copia al Comité Técnico de Árbitros.

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