Mendieta hunde al Racing y alivia las penas del Valencia

Sumido en una profunda melancolía, el Valencia doliente de Cúper restañó sólo en parte las heridas infligidas en Europa gracias a un gol marcado in extremis por Mendieta. En el último minuto, cuando el Racing ya saboreaba las mieles del triunfo, apareció en escena el genio creativo de Mendieta. El internacional valencianista resolvió de forma genial un pase de Zahovic, controló el balón con la pierna derecha, amagó en la salida al portero Ceballos y marcó de tiro imparable por bajo. Su extraordinario gol sirve para maquillar el evidente bajón anímico del Valencia, especialmente o...

Sumido en una profunda melancolía, el Valencia doliente de Cúper restañó sólo en parte las heridas infligidas en Europa gracias a un gol marcado in extremis por Mendieta. En el último minuto, cuando el Racing ya saboreaba las mieles del triunfo, apareció en escena el genio creativo de Mendieta. El internacional valencianista resolvió de forma genial un pase de Zahovic, controló el balón con la pierna derecha, amagó en la salida al portero Ceballos y marcó de tiro imparable por bajo. Su extraordinario gol sirve para maquillar el evidente bajón anímico del Valencia, especialmente ostensible en la segunda parte, y deja al Racing a las puertas de la temida Segunda División.

Sin embargo, el cuadro cántabro jugó desde el principio con el ánimo mejor dispuesto para obtener la victoria. El tanto de Mazzoni, un cabezazo soberbio a pase desde la derecha de Mellberg, agigantó sobre el campo al cuadro de Gustavo Benítez y empequeñeció y redujo al tamaño de un juguete a los valencianos. En pleno dominio cántabro, un remate de cabeza de Arzeno estuvo a punto de sentenciar el partido, pero el balón salió ligeramente desviado. Parecía que el Valencia estaba demasiado deprimido como para elevarse por encima de la adversidad. Pero a Héctor Cúper, la rabia y la desesperación no le nublan las ideas. Dos cambios, Kily González en lugar de Vicente, y Zahovic por el desdibujado Aimar, se dejaron sentir en el devenir del encuentro. Su entrada en el terreno de juego dio frescura y vitalidad a un equipo que acusaba demasiado el castigo físico y moral sufrido ante el Bayern en Milán.

Precisamente en las botas de Zahovic nació la jugada providencial que iba a marcar el destino final de la confrontación. Gracias a su feliz resolución, un golazo de Mendieta, el Valencia sigue enganchado a sus opciones europeas y reduce las esperanzas del Racing en su lucha por la supervivencia.

No tuvo la misma suerte en los cambios tácticos y de jugadores el paraguayo Benítez. La entrada del noruego Rushfeldt y del uruguayo Regueiro tuvieron más bien consecuencias negativas. La ausencia de los dos puntas cántabros, no consiguió otro efecto que echar por tierra el mayor patrimonio ofensivo del Racing.