FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA

'El rejón fue infamante'

'Vaya por delante que considero a Andy Cartagena un gran torero y que no hay animadversión de ningún tipo hacia él'. La puntualización es de José Manuel Sánchez, el presidente de la segunda corrida de rejones de la feria en curso. Cumplida la declaración de principios, sigue la exposición de los hechos. 'En primer lugar', comienza, 'no había petición mayoritaria. Es decir, creo que no había tanta gente pañuelo en mano como en el primer trofeo concedido. Además, hay una serie de circunstancias añadidas que pesaron en la decisión de no conceder la oreja'. Dicho lo cual y sin solución de continui...

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'Vaya por delante que considero a Andy Cartagena un gran torero y que no hay animadversión de ningún tipo hacia él'. La puntualización es de José Manuel Sánchez, el presidente de la segunda corrida de rejones de la feria en curso. Cumplida la declaración de principios, sigue la exposición de los hechos. 'En primer lugar', comienza, 'no había petición mayoritaria. Es decir, creo que no había tanta gente pañuelo en mano como en el primer trofeo concedido. Además, hay una serie de circunstancias añadidas que pesaron en la decisión de no conceder la oreja'. Dicho lo cual y sin solución de continuidad, sigue: 'El rejón de muerte era infamante. Uno de los peones, cuando ha caído el toro, se ha dedicado a hundirlo más y eso no es de recibo. Por otro lado, durante la lidia el toro se ha caído hasta cuatro veces. El animal tenía más codicia que fuerza. Y, por último, conceder la oreja significaba la puerta grande. Estamos en Las Ventas, la primera plaza del mundo, y hay que defender su categoría'. Si tan claro está el asunto, ¿a qué cree que se debe tanto jaleo? 'El público de hoy era muy peculiar. Además, con la ausencia de Hermoso de Mendoza, la figura del momento, tampoco era el habitual. He notado que faltaban mucho abonados. Y era peculiar porque he visto cómo muchos de los que no pedían la oreja se han puesto luego a tirar almohadillas', contesta de tirón. 'Además', sigue, 'se han juntado dos problemas: los que estaban enfadados por la no concesión de la oreja se han sumado con los cabreados por no devolver el toro y, todos juntos, se han puesto a tirar almohadillas'.

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A consecuencia de la lluvia de plumas compactadas (es decir, almohadillas como ladrillos) sobre el ruedo, una señora ha tenido que ser trasladada al hospital Gregorio Marañón. El golpe en la cabeza de uno de los objetos arrojados ha provocado que se mordiera la lengua. 'Acabo de hablar', dice José Manuel Sánchez, 'con el médico de la plaza y parece, gracias a Dios, que la herida no reviste gravedad. En cualquier caso, lo ocurrido es lamentable'.

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