'Al filo...' sube a la cima del Everest, aunque no logra emitirlo en directo

Dos alpinistas ascendieron sin ayuda de oxígeno artificial

El programa Al filo de lo imposible, de TVE, logró su hazaña a medias. Dos alpinistas, los alaveses Juanito Oiarzabal y Juan Vallejo, subieron ayer a la cumbre del Everest (8.848 metros) sin ayuda de oxígeno artificial. Sin embargo, no pudieron retransmitirlo en directo. Tenían todos los medios técnicos a su alcance, pero falló el factor humano. Los otros tres integrantes de la expedición, uno de los cuales portaba una antena imprescindible, no hollaron la cima, con lo cual la emisión resultó imposible.

Juanito Oiarzabal se siente libre. El alpinista alavés, de 45 años, cu...

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El programa Al filo de lo imposible, de TVE, logró su hazaña a medias. Dos alpinistas, los alaveses Juanito Oiarzabal y Juan Vallejo, subieron ayer a la cumbre del Everest (8.848 metros) sin ayuda de oxígeno artificial. Sin embargo, no pudieron retransmitirlo en directo. Tenían todos los medios técnicos a su alcance, pero falló el factor humano. Los otros tres integrantes de la expedición, uno de los cuales portaba una antena imprescindible, no hollaron la cima, con lo cual la emisión resultó imposible.

Juanito Oiarzabal se siente libre. El alpinista alavés, de 45 años, cumplió ayer con su último gran reto alpinístico y holló la cima del Everest sin ayuda de oxígeno artificial, circunstancia que le libera definitivamente de los ochomiles y de una forma de vida que le ha ocupado estas dos últimas décadas. Él es uno de los seis únicos alpinistas que han subido las 14 cumbres más altas del planeta.

Arropado por un poderoso grupo de alpinistas encargados de asegurar la transmisión de imágenes desde la cima para TVE, la parte definitiva de la ascensión acabó convirtiéndose en un sálvese quien pueda. Oiarzabal, Juan Vallejo, Josu Bereziartua, Ferrán Latorre y Juanjo Garra abandonaron la seguridad del campo 3 (8.300 metros) a la una de la madrugada y enfilaron hacia la cima soportando temperaturas de 30 grados bajo cero.

Acompañaba al grupo un sherpa, el único que ascendía consumiendo oxígeno embotellado, un seguro de vida en caso de que alguno de los expedicionarios sufriera algún contratiempo. Las ambiciones del grupo, que pretendía ofrecer en directo la llegada a la cima (algo sólo logrado por una televisión japonesa, y con oxígeno artificial), se resquebrajaron en las inmediaciones del segundo escalón, un resalte de roca plantado a 8.650 metros. Por turnos, Ferrán Latorre y Juanjo Garra decidieron abandonar, afectados por el frío extremo. Poco después les imitó Bereziartua.

Oiarzabal y Vallejo continuaron hasta el final, ya descargados de la emisión en directo. Vallejo, más fuerte, alcanzó la cima a las once de la mañana. Allí consiguió una breve conexión telefónica con TVE. Oiarzabal subió una hora más tarde, con una importante ceguera, similar a la que forzó la renuncia de Latorre y Garra. Le quedaba el difícil descenso, donde se da el 90% de los accidentes mortales. Oiarzabal se detuvo a 8.600 metros de altitud y necesitó la ayuda del sherpa que le acompañaba y de otro que salió a su rescate. Finalmente se refugió en el campo 3, donde durmió en tienda de campaña y recibió el apoyo de la expedición de la Universidad Politécnica de Valencia, que le curó las heridas en los ojos.

El Everest se ha coronado 1.170 veces, aunque apenas el 10% ha sido sin oxígeno. Vallejo y Oiarzabal lograron la ascensión 99ª y 100ª, respectivamente. El siguiente español fue, también ayer, Sergi Mingote. El director de Al filo..., Sebastián Álvaro, explicó anoche desde el campo base los detalles de la ascensión a El larguero, en la cadena SER.

Los alpinistas Juan Vallejo, en primer plano, y Juan Oiarzabal, durante su ascenso al Everest.EFE

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