La majestuosidad del Barcelona desquicia al Fórum (106-62)
O el Fórum se transforma en un remedo de los Lakers en Valladolid o el Barça despacha esta eliminatoria de cuartos de final con la facilidad con la que un elefante aplasta a una hormiga. Por si alguien pudiera pensar que los 41 puntos de diferencia del primer partido fueron ocasionales, la demostración disuasoria del Barça empezó ayer desde el primer minuto: asistencia por detrás de Dueñas y mate de Gasol, canasta de Digbeu en el último segundo de posesión, robo, carrera y mate de nuevo del francés, tapón de Gasol a Williams, la mole de 122 kilos de peso y una larga carrera en la NBA, la presi...
O el Fórum se transforma en un remedo de los Lakers en Valladolid o el Barça despacha esta eliminatoria de cuartos de final con la facilidad con la que un elefante aplasta a una hormiga. Por si alguien pudiera pensar que los 41 puntos de diferencia del primer partido fueron ocasionales, la demostración disuasoria del Barça empezó ayer desde el primer minuto: asistencia por detrás de Dueñas y mate de Gasol, canasta de Digbeu en el último segundo de posesión, robo, carrera y mate de nuevo del francés, tapón de Gasol a Williams, la mole de 122 kilos de peso y una larga carrera en la NBA, la presión defensiva por toda la pista del Barça pese a ir dominando con la gorra...
La falta técnica al técnico del Fórmu, Gustavo Aranzana, cayó por su propio peso. Era el símbolo de la desesperación como lo fue después la técnica descalificante a Williams. El Fórum, que tuvo que contentarse con ocho puntitos en los diez primeros minutos, no ha tenido absolutamente nada que oponer al estado pletórico y el ánimo voraz con los que se lo está tomando el Barça. Williams desapareció en combate ante un Dueñas y un Gasol imperiales. La ausencia de Elson, lesionado en el primer partido, pasó desapercibida. El Fórum no encontró manera de seleccionar algún que otro tiro, ni forma humana de defender, ni manera de sobrevivir en algún que otro momento al vendaval azulgrana. Ni un atisbo para cambiar, siquiera ligeramente, las cosas o para no acabar pensando irremediablemente que para ejercer este papel, mejor no haber logrado el octavo puesto. Pese a la diferencia -ayer fue de 44 puntos-, el Barça se bastó por sí mismo para deleitar y dar espectáculo. Muy de agradecer.