'Prefiero no llegar que llegar y perder'

La camiseta de Didier Deschamps (Bayona, Francia, 1968) está repleta de condecoraciones. Entre ellas brillan una Copa del Mundo (1998) y una Eurocopa (2000) con Francia y dos Copas de Europa, las conseguidas con el Olympique de Marsella en 1993 y el Juventus en 1996. Si el Valencia venciese el miércoles, el centrocampista francés añadiría otro diamante a su colección: sería el único futbolista de la historia que levantara la Copa de Europa con tres equipos diferentes.

'Prefiero no llegar que llegar y perder. He perdido dos finales con el Juventus [en 1997 ante el Borussia y en 2000 fren...

La camiseta de Didier Deschamps (Bayona, Francia, 1968) está repleta de condecoraciones. Entre ellas brillan una Copa del Mundo (1998) y una Eurocopa (2000) con Francia y dos Copas de Europa, las conseguidas con el Olympique de Marsella en 1993 y el Juventus en 1996. Si el Valencia venciese el miércoles, el centrocampista francés añadiría otro diamante a su colección: sería el único futbolista de la historia que levantara la Copa de Europa con tres equipos diferentes.

'Prefiero no llegar que llegar y perder. He perdido dos finales con el Juventus [en 1997 ante el Borussia y en 2000 frente al Madrid] y se pasa muy mal', dice Deschamps mientras repasa su carrera trufada de éxitos. 'Siempre he tenido mentalidad italiana porque aspiraba a conocer un fútbol como el que he conocido en la Juve. Me fui de Francia porque no ganábamos y en Italia cada día me ha dado algo más y eso me ha ayudado a ganar', comenta Deschamps, quien vivirá su quinta final de la Liga de Campeones.

'Un partido así es muy diferente a una semifinal. Lo más difícil es concentrarse y que no te afecte el ambiente. Estos encuentros se deciden por detalles', dice el francés, un loco del fútbol: 'Para mí, no existen sacrificios. El fútbol no es un trabajo, es una pasión'.

Del encuentro ante el Bayern destaca Deschamps la importancia de 'marcar primero'. 'Es fundamental estar a la vez concentrado y relajado y que la tensión no te haga pensar demasiado en el partido antes de jugarlo. Un choque como éste se puede desequilibrar por una pequeña diferencia mental. Ellos están convencidos de ganar. Puede ser la última gran final que juegue y no quiero fallar', concluye.