Gil insinúa que el documento de traspaso de Torres al Valencia fue un crédito encubierto

Jesús Gil, el dueño del Atlético de Madrid, calificó ayer como "papeles de viene y va" el documento del pasado mes de marzo por el que, según reveló el programa El Larguero, el club rojiblanco cedió los derechos de su futbolista juvenil Fernando Torres al Valencia. Dicho acuerdo, firmado por Miguel Ángel Gil Marín, director general del Atlético, por Manuel Llorente, consejero delegado del Valencia, y por el padre de Torres, cifra el precio de la operación en 450 millones de pesetas más IVA y establece el 1 de julio como la fecha a partir de la cual el futbolista debería incorporarse a s...

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Jesús Gil, el dueño del Atlético de Madrid, calificó ayer como "papeles de viene y va" el documento del pasado mes de marzo por el que, según reveló el programa El Larguero, el club rojiblanco cedió los derechos de su futbolista juvenil Fernando Torres al Valencia. Dicho acuerdo, firmado por Miguel Ángel Gil Marín, director general del Atlético, por Manuel Llorente, consejero delegado del Valencia, y por el padre de Torres, cifra el precio de la operación en 450 millones de pesetas más IVA y establece el 1 de julio como la fecha a partir de la cual el futbolista debería incorporarse a su nuevo club. Sin embargo, siempre según la cadena SER, Gil Marín sostiene que ese documento ya no tiene validez, ya que entre todas las partes se formalizó uno nuevo para invalidarlo.

En el trasfondo de la operación, según las justificaciones vertidas por Jesús Gil en Onda Cero, aparece una especie de crédito encubierto que el Valencia le concedió al Atlético para afrontar unos pagos no especificados, y que el documento en el que se traspasaban los derechos de Torres, era una garantía de devolución. Ante la pregunta de si el interventor judicial aprobó la operación -entonces toda transacción del Atlético debía llevar su firma, ahora sólo las de valor superior a los 100 millones de pesetas-, Gil contestó que no, ya que "Romasanta no tiene que meterse en estas cosas". El dueño del Atlético vino a asegurar que este tipo de operaciones, favores entre un club y otro para solventar los problemas inmediatos de liquidez, son una práctica muy común en el fútbol español.

Desde que la Ser desveló la noticia, el Atlético ha lanzado mensajes de tranquilidad a sus seguidores sobre la segura continuidad en el club de Fernando Torres, que llegó incluso a subirse unilateralmente la cláusula de rescisión de su contrato de 10.000 a 15.000 millones de pesetas para dejar claras sus ganas de continuidad en el Manzanares. Pero más allá de dónde juegue el juvenil de oro de los madrileños, la noticia ha sacado a la luz un nuevo asunto turbio en torno a las cuentas del Atlético y por extensión del fútbol en general.

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