Reportaje:NBA | BALONCESTO

Los 'viejos' Malone y Stockton se quedan otra vez sin anillo

Una de las tabernas más populares de Spokane (Washington) enmudeció cuando ni Malone ni Russell anotaron el tiro que habría dado a los Jazz de Utah la victoria en el quinto partido de los cuartos de final de la Conferencia Este de la NBA ante los Mavericks de Dallas. Sus copropietarios, los padres de Stockton, experimentaron la misma sensación que les ha acompañado durante una década: su niño se quedaba otra vez sin anillo. Malone y Stockton, una de las mejores parejas de la historia, han tropezado siempre en esa piedra. La incógnita es saber si, ya en el umbral de los 40 años, serán ca...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una de las tabernas más populares de Spokane (Washington) enmudeció cuando ni Malone ni Russell anotaron el tiro que habría dado a los Jazz de Utah la victoria en el quinto partido de los cuartos de final de la Conferencia Este de la NBA ante los Mavericks de Dallas. Sus copropietarios, los padres de Stockton, experimentaron la misma sensación que les ha acompañado durante una década: su niño se quedaba otra vez sin anillo. Malone y Stockton, una de las mejores parejas de la historia, han tropezado siempre en esa piedra. La incógnita es saber si, ya en el umbral de los 40 años, serán capaces de hacer finalmente algo grande.

Los Jazz no eran eliminados desde 1995 en la primera ronda de la fase final. Tan sólo cinco veces un equipo ha sido capaz de remontar en ella un 0-2. En una de ellas en 1987, los Jazz de los entonces jovencitos Malone, de 37 años hoy, y Stockton, de 39, fueron sorprendidos por el Golden State Warriors. La misma decepción que padecieron el jueves, pero con una diferencia: los 14 años que han pasado y la evidencia de que se les ha escapado una de sus últimas oportunidades.

La prensa de Salt Lake City ha entendido esta derrota como el principio del fin, la innegable e inevitable decadencia de un equipo que durante años lo ha hecho todo bien, excepto ganar el título. Y eso que esta vez respiraba optimismo. Malone se había encargado de venderlo: 'Nunca hemos tenido tan buen conjunto'. La llegada de Marshall, Manning y Starks volvía a colocar a los Jazz en la primera fila. Pero, a la primera de cambio, los descarados Mavericks les han sacudido. El entrenador, Jerry Sloan, comentó tras el partido que el baloncesto es un deporte maravilloso, que el sol volvería a salir y que la vida continuaría: 'Perder no es el fin del mundo'. Puede que no lo sea, pero los Jazz se encuentran en ese preciso lugar, sentenció The Salt Lake Tribune.

Ninguno se rinde

Pero ni Malone ni Stockton se rinden. Volverán. El primero tiene contrato hasta 2003. El segundo proclamó: 'Mi intención es jugar el año que viene. No me he puesto límites. Cada vez que saltas a la cancha puede que sea tu última vez. Por eso tienes que poner lo máximo'.

Stockton, el director del juego de los Jazz, finaliza este año su compromiso por dos temporadas, que le ha reportado unos 4.000 millones de pesetas. Su decisión de continuar otra está tomada, aunque con dos salvedades: la familia y la salud están por encima de todo. Larry Miller, el propietario del club, no las tiene todas consigo. Así, su decisión de renovar a Sloan por tres campañas se interpretó como un guiño a la pareja. Malone había dicho que no jugaría para otro técnico que no fuera Sloan

Malone no descarta continuar más allá de 2003 si mantiene su nivel actual. Además del título tiene otra cuenta pendiente: convertirse en el máximo anotador de la historia de la Liga. Abdul Jabbar logró 38.387 puntos y él lleva 32.000. Necesita tres temporadas más a una media de 23 por partido para rebasarle.

Pero para el aún lejano día de su retirada Malone ya ha empezado a hacer planes. Llegar a ser el gobernador del estado de Utah es uno de ellos. Con motivo del partido all stars, en Washington, fue invitado junto a su esposa y sus cuatro hijos a la Casa Blanca por el presidente, George Bush. Esa reunión disparó los rumores sobre su posible salto a la política: 'Es algo en lo que he estado pensando. No se trata de ninguna broma'.

Entre los amigos más cercanos a Malone está Orrin Hatch, senador republicano, que podría ser uno de los que más le venga animando. Utah es uno de los grandes bastiones electorales de los republicanos y, si a esa histórica supremacía se le suma su gran popularidad, la victoria en las urnas de quien ya obtuvo el galardón de ciudadano del año no sería ninguna sorpresa.

Stockton y Malone, durante una conferencia de prensa.ASSOCIATED PRESS

Archivado En