El Estado reduce su déficit pese a la desaceleración de los ingresos

Las cuentas del Estado se cerraron el pasado mes de marzo con un déficit de caja (ingresos menos pagos realizados) ligeramente inferior al billón de pesetas y un 7,3% por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior. Los impuestos sobre el consumo acusan la desaceleración económica, mientras que los pagos se frenan, en especial los efectuados por intereses de la deuda y por gastos corrientes.

En contabilidad nacional (derechos de cobro menos obligaciones de pago) se ha registrado un superávit de 107.000 millones de pesetas, el 0,1% del PIB, frente a un déficit de 53.500 mi...

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Las cuentas del Estado se cerraron el pasado mes de marzo con un déficit de caja (ingresos menos pagos realizados) ligeramente inferior al billón de pesetas y un 7,3% por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior. Los impuestos sobre el consumo acusan la desaceleración económica, mientras que los pagos se frenan, en especial los efectuados por intereses de la deuda y por gastos corrientes.

En contabilidad nacional (derechos de cobro menos obligaciones de pago) se ha registrado un superávit de 107.000 millones de pesetas, el 0,1% del PIB, frente a un déficit de 53.500 millones en el mismo periodo del año anterior. La diferencia tan abultada entre el saldo de caja y el de contabilidad responde, en parte, a que este año no se contabiliza la paga extra a los pensionistas por la desviación de la inflación, que alcanzó 157.000 millones de pesetas.

Esto hace que las comparaciones en contabilidad nacional no sean totalmente homogéneas. En caja, por el contrario, ya se puede sacar alguna conclusión sobre los efectos de la desaceleración económica en las arcas del Estado. El pasado año, los ingresos crecieron a un ritmo del 7,5% y en los tres primeros meses del año actual bajaron al 6%, a pesar de que el Banco de España ha aumentado en un 31,5% sus beneficios.

En los ingresos por IVA, la recaudación se eleva un 8,5%, a un ritmo que supone menos de la mitad del que se registraba en el mismo periodo del año anterior (19%). En los impuestos especiales se produce una caída del 1,7%, cuando en los tres primeros meses de 2000 el crecimiento era del 9%. Por el contrario, el IRPF se recupera de los efectos de la reforma (el pasado año cayó un 5,3% y éste crece un 11,2%) y el de sociedades duplica la cifra del primer trimestre del pasado año.

En cuanto a los pagos, el ritmo de aumento es bastante similar al del año anterior, ya que crecen un 3,8% frente a un 3,4%. Las operaciones de canje de deuda y la política de emisiones han reducido un 12,9% los pagos por intereses. También se han recortado un 4,4% los gastos corrientes.