Reportaje:

Segundo foro municipalista desde la República

Un congreso abordará las reivindicaciones de los ayuntamientos

Eran tiempos de la Generalitat republicana, febrero de 1933, cuando los municipios catalanes decidieron organizar el Primer Congrés Municipalista Català. Los temas de debate fueron el proceso de industrialización, el inicio de lo que se denominó sociedad de la motorización, por la irrupción del vehículo, y las normas de urbanización de los municipios. De hecho, aquel congreso fue uno de los semilleros de la ley de urbanismo que vio luz mucho después, en 1956.

Con el siglo ya cambiado, 68 años después, los municipios catalanes celebrarán, a partir de junio próximo, el segundo congreso de...

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Eran tiempos de la Generalitat republicana, febrero de 1933, cuando los municipios catalanes decidieron organizar el Primer Congrés Municipalista Català. Los temas de debate fueron el proceso de industrialización, el inicio de lo que se denominó sociedad de la motorización, por la irrupción del vehículo, y las normas de urbanización de los municipios. De hecho, aquel congreso fue uno de los semilleros de la ley de urbanismo que vio luz mucho después, en 1956.

Con el siglo ya cambiado, 68 años después, los municipios catalanes celebrarán, a partir de junio próximo, el segundo congreso de municipios de Cataluña.

El entonces presidente de la Generalitat, Francesc Macià, presidió aquel primer congreso junto con el alcalde de Barcelona, Carles Pi i Sunyer, y el presidente de la Federación de Municipios, Francesc Arnau. Y como quiera que la movilidad y la comunicación de entonces tenían sus limitaciones, el congreso se hizo en cuatro días consecutivos en el Ayuntamiento de Barcelona y en sesiones de mañana, tarde y... noche.

Las relaciones ciudadanas, el urbanismo y el modelo de financiación, temas de debate
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Ya en aquel congreso, el municipalismo reclamaba tener una participación activa en la gestión de muchos aspectos de la vida cotidiana. En una de las ponencias de aquel encuentro se sostenía: 'Los municipios aceptan la subordinación a los poderes constituidos, pero no deberá persistir bajo ningún concepto la actual concepción centralista, y menos todavía (...) la intervención gubernativa dentro de la esfera municipal'.

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Sesenta y ocho años después, los municipios catalanes reclaman más competencias y más peso en la organización de todo lo que atañe de una forma más cercana a los ciudadanos: 'El municipalismo debe aumentar sus competencias y su financiación para gestionar mejor los servicios. La participación de la Administración local en el gasto público es claramente insuficiente', decía ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos, en la presentación del segundo congreso de los municipios.

Un total de 946 municipios afrontarán su futuro y sus problemas a través de 2.300 delegados, todos cargos electos. Para organizar el congreso se ha constituido una asociación que agrupa a las dos grandes organizaciones municipalistas: la Federación de Municipios de Cataluña (FMC) -que representa a los gobernados por socialistas y otras fuerzas de izquierda- y la Asociación Catalana de Municipios (ACM), integrada por los consistorios de la órbita de Convergència i Uniò.

Entre uno y otro congreso ha habido paréntesis forzosos -la guerra y los 40 años de dictadura- y un silencio prolongado desde 1979, año de constitución de los ayuntamientos democráticos, hasta la actualidad. La razón de que transcurrieran 22 años sin que los municipios catalanes afrontaran sus problemas y sus retos de forma conjunta fue ayer minimizada en la presentación del congreso. 'Es mejor mirar al futuro y no pensar en lo ocurrido en el pasado', dijo Manel Mas, alcalde de Mataró y presidente de la FMC. 'El contexto de la vida municipal ha cambiado mucho', sostuvo Pilar Blasco, alcaldesa de Santa Cristina d'Aro y presidenta de la ACM. Los dos evitaron pronunciarse sobre si la confrontación entre ambas instituciones ha sido el principal obstáculo para organizar un congreso que reuniera a todos los municipios. Insistieron en que este congreso es la expresión del 'consenso', pero sin aclarar si este nuevo panorama puede ser el prólogo de una fusión de ambas organizaciones. 'Es algo que no se ha planteado, pero hay cuestiones en las que se debe caminar juntos', contestó la presidenta de la ACM. 'En un futuro, no se sabe, es algo que está abierto', zanjó Mas. Y en medio, Clos intentando buscar un punto de equilibrio: 'El municipalismo debe tener pautas en común'.

El segundo congreso de los municipios catalanes quiere ser acorde con los modelos de descentralización: la inauguración está prevista para el 16 de junio en Tarragona; las sesiones de debates se celebrarán en Amposta, Girona, La Seu d'Urgell, Lleida, Reus, Sitges y Vic, y la clausura será en noviembre, en Barcelona.

Las ponencias del congreso se centrarán en cuatro puntos: la modernización institucional y el régimen jurídico, el urbanismo y la sostenibilidad, las relaciones con el ciudadano y los recursos y la financiación de las administraciones locales. Será un congreso con mesas y espacios abiertos a todo tipo de colectivos, desde entidades vecinales a promotores inmobiliarios. La presidenta de la ACM destacó otro elemento que debería ser abordado en el congreso: la capacidad de liderazgo de los alcaldes. 'Hay que definir dónde acaba la gestión y dónde empieza el proyecto político, la capacidad de liderazgo de los representantes municipales', dijo.

Para Clos, sin embargo, el gran reto que deben afrontar las ciudades es la nueva oleada de inmigración: 'Los municipios deben ser las fábricas de convivencia, y para lograr buenas condiciones de convivencia y la integración del colectivo emigrante es imprescindible la reasignación de competencias en materias tan diversas como empleo, vivienda o enseñanza, que en otros países corresponden en gran parte a los municipios'.

Y el segundo gran capítulo que deben afrontar los ayuntamientos es, en opinión de Clos, el crecimiento económico sostenible: el de las tecnologías de la información y la nueva economía, que acaba con el modelo de ocupación incontrolada del territorio.

Francesc Macià, en el centro, en el primer congreso de municipios catalanes, celebrado en 1933.