Guayre, un artista en el Camp Nou

Guayre, al que sólo hace un año había que buscar por los campos de la Tercera canaria, ha pasado en apenas media temporada de ser el quinto delantero del Las Palmas a convertirse en su máximo goleador. Y todo con obras de arte como la del domingo en el Camp Nou.

Apenas habían transcurrido ocho minutos del partido cuando, en una contra, recibió la pelota en el centro del campo. Controló el balón, vio que Reiziger reculaba hacia su portería y se lanzó en una carrera frenética hacia el área rival. Primero quebró a Sergi, al que de nada le sirvió lanzarse a sus pies. Continuó avanzando y, ...

Guayre, al que sólo hace un año había que buscar por los campos de la Tercera canaria, ha pasado en apenas media temporada de ser el quinto delantero del Las Palmas a convertirse en su máximo goleador. Y todo con obras de arte como la del domingo en el Camp Nou.

Apenas habían transcurrido ocho minutos del partido cuando, en una contra, recibió la pelota en el centro del campo. Controló el balón, vio que Reiziger reculaba hacia su portería y se lanzó en una carrera frenética hacia el área rival. Primero quebró a Sergi, al que de nada le sirvió lanzarse a sus pies. Continuó avanzando y, ya cerca de la corona del área, recortó a Cocu a contrapié, dejó atrás al holandés y se abrió hacia su derecha. La acción transcurría vertiginosa con Reina, confiado, siguiendo la jugada más allá del área pequeña.

A Guayre, a toda velocidad, no le pasó por alto la adelantada posición del portero del Barcelona. No tenía a nadie por delante, podía seguir avanzando, pero ideó una endiablada sutileza. Al borde del área, a punto de sobrepasar la línea, pisó el freno, le echó un último vistazo a Reina y lanzó una milimétrica parábola. El balón superó por centímetros la estirada del azulgrana y, junto al palo contrario, se fue a descansar a la red.