Reportaje:Competiciones europeas

El Arsenal ya no es tan fiero

El equipo de Wenger, con una plantilla que inspira temor, no atraviesa su mejor momento

Para equipos con menos ambición y talento que el Arsenal estar segundos en la Premier League y en cuartos de final de la Champions sería motivo de gran satisfacción. Pero lo que se respira en Highbury, llegada la primavera, es un aire de desilusión. Tiene que ver con dos cosas. Primero, la absurda, humillante hegemonía del Manchester United en la Liga inglesa. Segundo, que en el Arsenal todos saben, desde el entrenador hasta el aficionado que sólo sigue los partidos en televisión, que han avanzado en la máxima competición europea a pesar de su juego.

El equipo de Arsène Wenger, ...

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Para equipos con menos ambición y talento que el Arsenal estar segundos en la Premier League y en cuartos de final de la Champions sería motivo de gran satisfacción. Pero lo que se respira en Highbury, llegada la primavera, es un aire de desilusión. Tiene que ver con dos cosas. Primero, la absurda, humillante hegemonía del Manchester United en la Liga inglesa. Segundo, que en el Arsenal todos saben, desde el entrenador hasta el aficionado que sólo sigue los partidos en televisión, que han avanzado en la máxima competición europea a pesar de su juego.

El equipo de Arsène Wenger, rival del Valencia en Londres pasado mañana, no es el Arsenal de hace un par de años, cuando casi ganó la Premier League y la Copa en la temporada del famoso triplete del United; o hace tres, cuando ganó la Premier. El mismo Alex Ferguson ha confesado, repetidas veces, que el Manchester tuvo 'mucha suerte' aquella temporada.

Hoy, 16 puntos separan al Arsenal del Manchester. El mes pasado se enfrentaron en Old Trafford y el Manchester ganó 6-1. Lo cual hubiera sido inconcebible hace dos temporadas. ¿Qué ha pasado? Si el Manchester ha mejorado, ha mejorado poco. Más bien es que el Arsenal ha dado marcha atrás.

Lo cual es curioso si se hace un breve repaso de algunos de los jugadores con los que cuenta Wenger. Henry, Wiltord, Pires y Vieira son cuatro nombres que apunta Roger Lemerre sin pensárselo cuando hace la lista de Francia. No se conoce en Europa ningún jugador con mayor capacidad de sorprender, por pura genialidad, que el nigeriano Kanu. Silvinho, el lateral izquierdo, ha jugado con Brasil. Su joven suplente, Ashley Cole, debutó la semana pasada con Inglaterra. El holandés Bergkamp habrá perdido un poco de velocidad pero hay pocos jugadores tan elegantes, tan dotados. El reparto del Arsenal es para inspirar miedo en cualquier rival. Sin embargo, sólo han ganado tres partidos fuera de casa en la Liga inglesa de los 15 que ha disputado.

¿Por qué este Arsenal no está a la altura del de 1998? Se debe a tres factores. El equipo ahora es inferior a la suma de sus partes. Algunos jugadores claves o han envejecido o se han marchado. Y la política de fichajes del último año no ha funcionado. Lo cual demuestra que Wenger es humano. Porque fue extraordinario el éxito que tuvo el francés nada más llegar al Arsenal en 1996, la espectacular rentabilidad que demostró a la hora de fichar y vender jugadores. Vendió a Overmars y Petit al Barcelona, por ejemplo, por cuatro veces más de lo que había pagado por ellos tres años antes.

Pero los jugadores que fichó el verano pasado para remplazarlos no han dado los resultados esperados. Pires, que había estado en las miras del Madrid, tiene una habilidad indiscutible, pero tiende a desaparecer durante la mayor parte de los partidos. Lauren, que llegó del Mallorca, ha sufrido lesiones pero cuando ha jugado su impacto ha sido mínimo. Wiltord es explosivo, pero no termina de arrancar.

En cuanto a las otras estrellas, a Kanu se le ha visto más desganado que en años anteriores. Vieira, el gran favorito de Highbury, ha estado en baja forma. Henry, que muchos consideraron el mejor delantero de Europa tras la Eurocopa, ha demostrado ser unos de esos futbolistas que cuando juega fuera de casa y con lluvia preferirían estar en otro lugar.

Pero el problema más grande del Arsenal es que la sólida defensa que aportaban hace tres años los cinco ingleses del equipo (Seaman, Dixon, Adams, Keown y Winterburn) es una reliquia del pasado. Seaman, a sus 37 años, sigue en la selección inglesa, lo cual es inexplicable para muchos aficionados del Arsenal. Adams y Keown están casi permanentemente lesionados; Dixon ya no da mucho más a sus 35 años; y Winterburn, semi jubilado, se ha ido al West Ham.

El Arsenal al que se enfrenta el Valencia esta semana es, en resumen, un equipo inseguro en la defensa, indeciso en el centro del campo y errático en el ataque. Que es casi exactamente lo que se decía del Real Madrid hace un año.

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