Consultas y quejas a los defensores

Las protestas relativas a exámenes y docencia ocupan el primer lugar en Alicante y Castellón

Aunque la figura del defensor universitario tiene características diferenciadas en cada institución (empezando por el nombre), en sus informes anuales se advierten elementos comunes. Es el caso de la preponderancia que muestran, en la relación de quejas o consultas presentadas en las universidades de Alicante y Jaume I, los asuntos relacionados con los exámenes y la docencia o, como señala Rafael Font, Defensor del campus alicantino, 'los referentes a la docencia o su control mediante los exámenes, escritos u orales, memorias o proyectos'. En su recién publicado informe, Font señala que éstos ...

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Aunque la figura del defensor universitario tiene características diferenciadas en cada institución (empezando por el nombre), en sus informes anuales se advierten elementos comunes. Es el caso de la preponderancia que muestran, en la relación de quejas o consultas presentadas en las universidades de Alicante y Jaume I, los asuntos relacionados con los exámenes y la docencia o, como señala Rafael Font, Defensor del campus alicantino, 'los referentes a la docencia o su control mediante los exámenes, escritos u orales, memorias o proyectos'. En su recién publicado informe, Font señala que éstos son 'problemas más preocupantes, con soluciones a veces difíciles de encontrar'. De las 439 consultas y reclamaciones atendidas a lo largo del curso 1999-2000, 106 se refieren exclusivamente a exámenes y calificaciones y 198 a 'organización docente', apartado éste en que se incluyen también temas relacionados con el anterior.

En el caso del informe correspondiente al mismo período emitido por la Sindicatura de Greuges de la Universidad Jaume I, que preside José Manuel Gil Beltrán, 25 de las quejas o consultas que han dado lugar a la apertura de un expediente (de un total de 57) tienen que ver con exámenes. En este aspecto, constata Gil Beltrán, 'se ha pasado de un 18% a un 43% de los expedientes tramitados'. Ante esta situación, el Síndic de Castellón considera que, 'tanto el Vicerrectorado de Docencia y Estudiantes como los decanos de las facultades y el director de la Escuela Superior de Tecnologías, así como los directores de titulación, deberían realizar un esfuerzo en común con el fin de que tanto profesores como estudiantes tuviesen un mayor conocimiento de esta normativa', en referencia al reglamento de exámenes aprobado por la universidad.

El Defensor alicantino, por su parte, recuerda una frase que repite a menudo en la gestión de quejas o reclamaciones: 'La única forma de aprobar es estudiando', pero también señala que, en ocasiones, 'y quizá inconscientemente por parte de algunos profesores, el aprobar un examen es una carrera de obstáculos, que únicamente los alumnos con un nivel de conocimientos muy elevado y que tengan suerte en la prueba pueden superar y ello no está relacionado con una buena calidad docente'. Rafael Font anima, además, a que 'se tomen medidas para aumentar la calidad docente', que 'los procedimientos de control se realicen en la medida de lo posible con criterios de ingualdad, claridad y transparencia', expuestos al comienzo del desarrollo de la asignatura, y que 'se asuma con normalidad el uso de procedimientos de reclamación por parte de los alumnos'.

Las singularidades de cada universidad dan pie, de todos modos', a diferentes configuraciones del esquema de quejas. En la de Valencia, por ejemplo, la mitad de las reclamaciones presentadas por estudiantes ante el Tribunal de Greuges en el curso 1999-2000, se referían a la docencia de algunas materias en distinta lengua de la requerida en la matrícula, un problema recurrente, aunque a la baja, que afectaba principalmente a valencianoparlantes. El informe de la universidad de Alicante, en cambio, refleja sólo seis consultas referidas a 'problemas lingüísticos', dos de ellas de alumnos que se quejan de tener un libro de estudio sólo en valenciano y por tener que hacer un examen en esta lengua, y una reclamación, sobre folletos informativos cuya información sólo aparece en lengua castellana.

El informe de Alicante incluye también una encuesta que revela que el 3,8% del alumnado se ha puesto en contacto con el Defensor alguna vez. Casi la mitad de ellos está de acuerdo con la forma en que realiza su labor. Un 29% se muestra en desacuerdo.

En el curso 1999-2000, el Defensor del Universitario de Alicante recibió 378 consultas (de las que 7 acabaron en reclamación) y 61 reclamaciones directas. Éstas últimas, algunas colectivas, corresponden en su mayoría al alumnado, que reclama, no sólo sobre temas de organización docente, exámenes y calificaciones (33), sino también sobre acceso a la universidad, estudios de alumnos extranjeros, becas y ayudas, y planes de estudios. Por parte del profesorado, sólo se presentaron cuatro reclamaciones y hubo una única en el ámbito del personal de Administración y Servicios, referida a un concurso-oposición. En cuanto a los 57 expedientes tramitados por el Síndic de Greuges de la Universidad Jaume I, tan sólo dos procedían del personal docente e investigador y ninguno del administrativo. En el informe de Gil Beltrán (se puede consultar en sic.uji.es/organs/sindic/) se advierte que, al margen de las quejas que han dado lugar a cada uno de esos 57 expedientes, 'se han atendido de forma verbal otros asuntos, de los cuales no se ha considerado necesario su registro, ya que se han solucionado directamente o bien se han canalizado al servicio competente'. El Síndic subraya la tendencia 'cada vez mayor' a que los agravios se resuelvan sin tener que incoar expediente, hecho que relaciona con la mayor relevancia del papel mediador que ejerce la institución que representa.

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El defensor alicantino, Rafael Font, reflexiona en su informe (accesible en www.ua.es/es/servicios/defensor/defensor.htm) sobre la situación especial que se viene generando en el alumnado por la obligación de cambiar de plan de estudios a causa de una asignatura, por lo cual 'se ven abocados a tener que cursar un número elevado de créditos en el nuevo plan'. Font ha recabado información de otras universidades que arbitran 'mecanismos de compensación para aquellas situaciones especiales donde al alumno sólo le queda alguna asignatura para acabar la carrera', si bien se extraña de que nadie se haya interesado por esa posibilidad. En esa tesitura, el defensor aboga por que, 'en la medida de lo posible y asegurando la adquisición mínima de conocimientos, se arbitren los procedimientos oportunos para disminuir el número de alumnos que se ven enfrentados a esta situación'.