La cantante Sainkho hace confluir cantos guturales y música electrónica

La intérprete de Tuva actúa en Madrid, Valladolid y Burgos

Más de un estudiante de geografía se encontraría en un apuro para localizar en el mapamundi la República de Tuva, una región esteparia entre Siberia y Mongolia. Este remoto rincón del planeta, habitado por apenas 300.000 personas, se ha convertido, sin embargo, en una de las más fascinantes canteras de las músicas del mundo. El particular embajador cultural de Tuva responde al nombre de khoomei, un canto gutural.

La rara bifonía tradicional de la República tuvense, por morfología, es casi patrimonio exclusivo de la población masculina. A sus más de 60 años y con una docena de títulos en...

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Más de un estudiante de geografía se encontraría en un apuro para localizar en el mapamundi la República de Tuva, una región esteparia entre Siberia y Mongolia. Este remoto rincón del planeta, habitado por apenas 300.000 personas, se ha convertido, sin embargo, en una de las más fascinantes canteras de las músicas del mundo. El particular embajador cultural de Tuva responde al nombre de khoomei, un canto gutural.

La rara bifonía tradicional de la República tuvense, por morfología, es casi patrimonio exclusivo de la población masculina. A sus más de 60 años y con una docena de títulos en su discografía, Sainkho Namtchylak constituye la significativa excepción, algo a lo que no parece concederle demasiada importancia la cantante. 'En realidad, no sé muy bien cómo aprendí la técnica del throat singing. Fue escuchando casetes y asistiendo a muchos conciertos, supongo', apunta.

A Namtchylak se la empezó a conocer en España con su penúltimo álbum, Naked spirit -un 'compendio de pájaros nocturnos y demás sonidos de la taiga y la tundra siberiana', apunta Namtchylak-, en el que se hacía acompañar por el músico armenio Djivan Gasparián, maestro del duduk (un pequeño oboe fabricado con madera de albaricoque).

La nueva entrega discográfica constituye una pirueta mucho más radical. Se titula Stepmother city e integra los cantos guturales con letras en inglés y una variada gama de samples, bucles y demás diabluras electrónicas.

'Un buen día descubrí que algunos sonidos electrónicos o electroacústicos tenían una forma parecida al canto gutural. Por eso decidí experimentar en esta dirección. Me parece una buena manera de transmitir a las nuevas generaciones unos cánticos que tienen muchos siglos de edad', explica Sainkho Namtchylak.

Al instante aclara que no se está esforzando por occidentalizar su música. 'Mi trabajo es sólo música, indagación y una fantasía muy visual, con independencia de que quien escuche provenga del este o del oeste', enfatiza. Stepmother city, distribuido en España por Resistencia, ocupa este mes el segundo puesto en la lista europea de músicas del mundo.

De aspecto siempre reconcentrado, con la cabellera rapada casi al cero, Sainkho se ha convertido también en un icono de una espiritualidad oriental muy próxima a las creencias del chamanismo. 'Pero mi música no es ninguna guía de supervivencia, ningún libro de instrucciones sobre qué hacer y cómo', se apresura a decir. Y concluye: 'Yo sólo ofrezco una invitación a un mundo imaginario. Prefiero dejar la espiritualidad y demás grandes cuestiones para otras personas. Lo mío es hablar con mi gato en la cocina de casa, y poco más...'.

La cantante Sainkho.
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