GENTE

NO SABEN QUÉ HACER CON EL DINERO

Manuel Istillarty del Pino, de 35 años, y su esposa, Cristina Suárez, de 33, padres de una niña de corta edad y vecinos del popular barrio de La Calzada, de Gijón, premiados con 1.046 millones de pesetas en el sorteo de la Lotería Primitiva del pasado día 1, aseguran que 'no saben qué hacer con el dinero' que les acaba de tocar. Pero de momento ya han decidido dejar de trabajar. Manuel ha pedido la baja voluntaria en el Centro Asturiano de La Habana, de Gijón, donde era operario de mantenimiento, y su esposa ha solicitado la excedencia laboral en el Club Natación Santa Olaya, don...

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Manuel Istillarty del Pino, de 35 años, y su esposa, Cristina Suárez, de 33, padres de una niña de corta edad y vecinos del popular barrio de La Calzada, de Gijón, premiados con 1.046 millones de pesetas en el sorteo de la Lotería Primitiva del pasado día 1, aseguran que 'no saben qué hacer con el dinero' que les acaba de tocar. Pero de momento ya han decidido dejar de trabajar. Manuel ha pedido la baja voluntaria en el Centro Asturiano de La Habana, de Gijón, donde era operario de mantenimiento, y su esposa ha solicitado la excedencia laboral en el Club Natación Santa Olaya, donde realizaba labores como administrativa. En declaraciones al diario La Nueva España, el nuevo milmillonario asegura que van a mudarse de casa, pero que seguirán afincados en el barrio obrero de La Calzada, donde siempre han vivido, y que no cambiarán de coche porque el que tienen, aunque es pequeño, les gusta. Su máxima aspiración ahora es 'vivir en paz', que 'se calme' la expectación que suscitó el premio y que les dejan 'tranquilos'. Siguiendo un viejo consejo, que recomienda esgrimir alguna dolencia para evitar la animadversión de los envidiosos cuando la fortuna te sonríe, Manuel Istillarty explica que su vieja lesión de espalda le sigue motivando molestias y dolores, y que eso no hay loto que lo cure.

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