FÚTBOL | 27ª jornada de Liga

Gatillazo en cabeza

El Madrid también sucumbe ante el Mallorca - El Valencia cae en Balaídos tras un partido enloquecido por el árbitro - El Barça sólo rescata un punto en Soria - La Real empata con el Alavés, y Osasuna, con el Málaga - El Villarreal golea al Racing

Los aspirantes al título dieron razón a quienes piensan que la lógica y el fútbol están peleados por naturaleza. Los cuatro aspirantes al título dieron gatillazo en un momento impensable, cuando se supone que la Liga marca las diferencias reales entre los primeros y los últimos. De entre los cuatro primeros de la clasificación, sólo el Barça sacó en limpio: un punto frente al Numancia. O sea, nada. El Madrid fracasó en Mallorca, y lo mismo hicieron el Deportivo en Las Palmas y el Valencia en Balaídos, donde luchó contra los elementos en forma de árbitro. Dos penaltis -el primero discutible, e...

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Los aspirantes al título dieron razón a quienes piensan que la lógica y el fútbol están peleados por naturaleza. Los cuatro aspirantes al título dieron gatillazo en un momento impensable, cuando se supone que la Liga marca las diferencias reales entre los primeros y los últimos. De entre los cuatro primeros de la clasificación, sólo el Barça sacó en limpio: un punto frente al Numancia. O sea, nada. El Madrid fracasó en Mallorca, y lo mismo hicieron el Deportivo en Las Palmas y el Valencia en Balaídos, donde luchó contra los elementos en forma de árbitro. Dos penaltis -el primero discutible, el segundo inexistente- dieron al traste con la merecida ventaja que había conseguido el equipo de Cúper. El Valencia parecía dispuesto a aprovecharse de las ventajas que le habían concedido sus rivales por el título, pero se enredó en un partido que vuelve a poner en cuestión la credibilidad de los árbitros.

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Daudén montó un lío fenomenal. En su actuación se apreciaron los peores defectos de los árbitros: su afán de protagonismo, su falta de criterio, el desconocimiento del reglamento y la mala conciencia. Después de condenar al Valencia a un partido desagradable, quiso remediar el desaguisado con un penalti en el área del Celta. Ni era penalti, ni na, pero el hombre se sabía culpable. Kily desperdició la ocasión de empatar y dejó al Valencia donde estaba.

El Madrid sale muy beneficiado de una jornada que, en realidad, habló muy mal de su juego. Su actuación en Mallorca fue pésima, hasta el punto de dar signos de hundimiento. Pasó de la nada en el primer tiempo al caos en el segundo. Varios jugadores se estrellaron. Helguera sigue con el reventón físico y mental. Es el caso más visible, pero no el único. El Madrid da las suficientes señales de crisis como para pensar en un final apretadísimo de campeonato. Pero sus rivales flaquearon de lo lindo. Salvo el Valencia, cuyos problemas fueron ajenos, los demás tropezaron por defectos propios. En el Insular, el Depor fue un espectro del equipo de las últimas semanas. El Barça perdió por su empeño en fallar ocasiones clarísimas en los primeros minutos, en los que pudo dar boleta al partido. No puso la ventaja suficiente y cayó en el típico encuentro que no le conviene. No es un equipo que sirva para especular con rentas bajas. Defiende mal y queda expuesto ante cualquier rival. De los grandes y de los que pelean por sobrevivir en Primera. Que se lo digan al Numancia, que logró un empate de los que saben a victoria.

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