El Valencia dice que la llegada de Aimar garantiza la renovación de Cúper

'La llegada de Aimar es una revolución social, una bomba, un caramelo para el entrenador'. Jaime Ortí, vicepresidente del Valencia, explicó ayer así el efecto de euforia que ha tenido Pablito Aimar en el club de Mestalla. Y también en su entrenador, Héctor Cúper, que ha cambiado su estado anímico. Si hace un par de semanas el técnico argentino se negaba a seguir en Mestalla al sentirse maltratado por la afición, hoy, en cambio, es partidario de continuar un año más. De hecho, en el Valencia están convencidos de que ahora la continuidad del técnico argentino está prácticamente garantizada. 'Ni ...

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'La llegada de Aimar es una revolución social, una bomba, un caramelo para el entrenador'. Jaime Ortí, vicepresidente del Valencia, explicó ayer así el efecto de euforia que ha tenido Pablito Aimar en el club de Mestalla. Y también en su entrenador, Héctor Cúper, que ha cambiado su estado anímico. Si hace un par de semanas el técnico argentino se negaba a seguir en Mestalla al sentirse maltratado por la afición, hoy, en cambio, es partidario de continuar un año más. De hecho, en el Valencia están convencidos de que ahora la continuidad del técnico argentino está prácticamente garantizada. 'Ni Cúper puede encontrar un club en el que se encuentre mejor; ni nosotros a un entrenador más apropiado', añade otro directivo del Valencia, que aseguró que la renovación se cerrará en los próximos días.

En efecto, Cúper anduvo dicharachero tras empatar en Old Trafford ante el Manchester (1-1), atendiendo a un medio de comunicación tras otro.

El cambio ha sido radical. Del pesimismo y la frustración tras las derrotas ante el Depor, el Barça y el Madrid, se ha pasado a la euforia. Una frase se repetía ayer machaconamente en Valencia. 'A Aimar le falta un delantero', alguien que emboque sus excelentes pases.

De momento, un solo jugador -Aimar- ha cambiado la fisonomía de un equipo. Pasó del pelotazo al pase. De replegarse a desplegarse. De esconderse a dar la cara. El otro efecto involuntario de Aimar ha sido destapar las carencias del delantero que lo ha acompañado en las últimas citas: John Carew. El noruego cumplió con creces en la primera parte de la temporada, con nueve goles, pero ha entrado en barrena en los últimos partidos. Los 4.500 millones de pesetas ingresados en el Valencia por el traspaso del Piojo López al Lazio fueron invertidos en tres delanteros que no han cubierto su hueco: Carew, Diego Alonso y Zahovic, que costaron unos 1.500 millones cada uno. El caso de Zahovic, fuera de la convocatoria de Old Trafford, es el más sangrante: cobra 200 millones por curso, tiene 30 años y firmó por cinco temporadas, pero Cúper no le da bola.

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