Àngels Margarit baila en el Lliure un solo centrado en los laberintos

La coreógrafa y bailarina Àngels Margarit (Terrassa, 1960) considera que resulta muy difícil dirigir e interpretar a un tiempo. 'No sé estar dentro y fuera a la vez', admite. Por esta razón, su trabajo al frente de su compañía, Mudances, suele consistir en pensar y dar órdenes para que sean los demás quienes bailen sus coreografías. Únicamente cuando crea un solo, Margarit es capaz de obedecerse a sí misma, de interpretar sus propias obras. Deseosa por volver a bailar, ha dado forma al solo Peces mentideres, una pieza en torno al tema del laberinto que se estrenará el próximo viernes en...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La coreógrafa y bailarina Àngels Margarit (Terrassa, 1960) considera que resulta muy difícil dirigir e interpretar a un tiempo. 'No sé estar dentro y fuera a la vez', admite. Por esta razón, su trabajo al frente de su compañía, Mudances, suele consistir en pensar y dar órdenes para que sean los demás quienes bailen sus coreografías. Únicamente cuando crea un solo, Margarit es capaz de obedecerse a sí misma, de interpretar sus propias obras. Deseosa por volver a bailar, ha dado forma al solo Peces mentideres, una pieza en torno al tema del laberinto que se estrenará el próximo viernes en el Teatre Lliure.

Peces mentideres es el primer solo de Margarit desde Corola, una coreografía creada en 1992 que todavía le piden algunos programadores. Pero, según la bailarina y coreógrafa, ésta se había convertido en una pieza desfasada, 'ya no tenía ganas de disfrazarme de la Àngels de la época en que la creé'. Buscando nuevas inspiraciones creativas, Margarit se adentró en la cuestión de los laberintos, y augura que habrá tema para rato: cada vez que pisa un nuevo terreno, su esfuerzo fructifica en diversos espectáculos. Por este motivo habla de Peces mentideres como una primera aproximación en un terreno que centrará también el nuevo montaje de su compañía, El somriure, que se estrenará el próximo mes de mayo en Francia.

Traspasar la frontera

En este primer solo, creado a finales del pasado año y preestrenado en Salt en septiembre, Margarit toma el tema a partir de la idea de las personalidades múltiples que conviven en cada uno de nosotros. 'Aquí, la base del laberinto consiste en jugar con la idea de traspasar la frontera de la vida cotidiana y la profesional'. La bailarina y coreógrafa explica: 'El viaje por el laberinto está lleno de transformaciones, y es lo que ocurre con cualquier solo, que en parte es un retrato y en parte un combate contigo mismo'. Margarit puntualiza este último aspecto al señalar que los solos son las propuestas coreográficas que más le permiten arriesgarse, investigar nuevos registros, en un aprendizaje que utiliza luego en el trabajo con su compañía.

Peces mentideres es una propuesta interdisciplinaria en la que hay vídeo, música, una interpretación que huye de la composición para acercarse a la performance y mucho teatro. De hecho, Margarit ha trabajado las partes más dramáticas a las órdenes de Txiki Berraondo. Cada uno de los diferentes lenguajes utilizados aparece claramente diferenciado y compartimentado -'no hago danza teatro', asegura- y según Margarit responden a exigencias comunicativas. 'Hay cosas que sólo pueden decirse con la danza y otras únicamente pueden expresarse con palabras', argumenta. Habla del cuadro resultante como de 'un viaje a través de diferentes paisajes, en el que el hilo narrativo es el de las diferentes personas que somos en una misma'.

La coreografía podrá verse en el Lliure hasta el próximo 25 de febrero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En