Kaspárov vence a Shírov en Holanda y se niega a darle la mano

Los problemas que sufre Alexéi Shírov cuando se sienta frente a Gari Kaspárov, a quien no ha ganado nunca, se han convertido en un trauma. Una sombra del español fue barrida ayer del tablero por el ruso en la novena ronda del torneo de Wijk aan Zee (Holanda). Kaspárov se negó antes a estrechar la mano de su rival, una costumbre casi sagrada en el ajedrez. Ambos comparten el primer puesto, a falta de cuatro rondas, con un punto de ventaja sobre el ruso Vladímir Krámnik y 1,5 sobre el indio Viswanathan Anand, campeones del mundo oficioso y oficial respectivamente. Hoy es día de descanso.

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Los problemas que sufre Alexéi Shírov cuando se sienta frente a Gari Kaspárov, a quien no ha ganado nunca, se han convertido en un trauma. Una sombra del español fue barrida ayer del tablero por el ruso en la novena ronda del torneo de Wijk aan Zee (Holanda). Kaspárov se negó antes a estrechar la mano de su rival, una costumbre casi sagrada en el ajedrez. Ambos comparten el primer puesto, a falta de cuatro rondas, con un punto de ventaja sobre el ruso Vladímir Krámnik y 1,5 sobre el indio Viswanathan Anand, campeones del mundo oficioso y oficial respectivamente. Hoy es día de descanso.

Shírov insinuó el verano pasado en una entrevista que el duelo de Kaspárov y Krámnik, en Londres, iba a ser amañado en favor del primero. Ganó Krámnik y el español aún no se ha disculpado en público como le exigieron los dos acusados.

La historia comenzó hace casi tres años, cuando Shírov venció con claridad a Krámnik en la final del torneo de candidatos del Consejo Mundial de Ajedrez (WCC), uno de los organismos promovidos por Kaspárov en su guerra contra la Federación Internacional (FIDE). Ante los primeros problemas para lograr un patrocinador del encuentro con Shírov, el ruso le ignoró con el argumento de que era 'poco comercial' y buscó dinero para enfrentarse a Anand o Krámnik. Shírov espera la resolución de una demanda contra el WCC que presentó en el juzgado de Cazorla (Jaén), donde venció a Krámnik.

Carácter hipersensible

Shírov, cuyo estilo artístico y lleno de riesgo es admirado por millones de aficionados, tiene un carácter hipersensible. Su actuación hasta ayer en el torneo de Wijk aan Zee, uno de los mejores de la historia, fue formidable. Permanecía invicto y el público le había premiado tres veces en las votaciones para elegir la mejor partida del día. Todo indica que su odio a Kaspárov y la tensión derivada de su gesto lastraron ayer de manera decisiva su inmenso talento. En vez de su habitual juego incisivo, intentó plantear un cerrojo con las piezas negras que fue destrozado por Kaspárov. Éste entró después en la sala de prensa golpeando el aire y dedicó el triunfo a su padre en el 30º aniversario de su muerte.

A partir de mañana, Shírov afronta un final muy duro: con las blancas contra Anand y Krámnik y con las negras frente al ruso Morosiévich -quien ayer ganó a Krámnik- y el ucranio Ivanchuk. Aparte de la gran calidad de sus rivales, la clave estará en su estado psicológico: necesita rumiar hoy la derrota de ayer y borrar a Kaspárov de su mente. Eso no es fácil.

Clasificación: 1º. Kaspárov y Shírov, 6,5 puntos. 3º. Krámnik y Morosiévich, 5,5. 5º. Anand, Adams e Ivanchuk, 5. 8º. Leko, Timman y Van Wely, 4. 11º. Topálov y Fedórov, 3,5. 13º. Piket, 3. 14º. Tiviákov, 2.

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