Gremios, mitos y estupidez

'El pequeño comercio custodia la esencia de los gremios. Los pequeños comerciantes mantienen el sabor de la comunidad, donde el trato directo establece una complicidad entre comprador y vendedor que ni siquiera la industrialización compulsiva ha logrado vencer'. Con este texto de María Fernanda Santiago, leído por su hermana Marta, hijas ambas de un pequeño comerciante, acabó la manifestación que ayer tarde congregó a miles de personas (42.000 según los convocantes, 20.000 según la Delegación del Gobierno) en contra de la ampliación de horarios comerciales.

El comunicado final hacía, ad...

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'El pequeño comercio custodia la esencia de los gremios. Los pequeños comerciantes mantienen el sabor de la comunidad, donde el trato directo establece una complicidad entre comprador y vendedor que ni siquiera la industrialización compulsiva ha logrado vencer'. Con este texto de María Fernanda Santiago, leído por su hermana Marta, hijas ambas de un pequeño comerciante, acabó la manifestación que ayer tarde congregó a miles de personas (42.000 según los convocantes, 20.000 según la Delegación del Gobierno) en contra de la ampliación de horarios comerciales.

El comunicado final hacía, además, referencia al mito de la caverna de Platón (que el escritor portugués José Saramago traslada, en su última novela, a la realidad de un gran centro comercial) y a la 'sociedad de consumo y estupidez' en la que parece no haber 'nada que compartir'.

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A la manifestación se sumaron también algunos usuarios solidarizados con la causa. 'Hay que hacer algo para salvar la tienda de al lado de casa', decía Julia, empleada en una gran superficie. Una opinión que no todos comparten. Contemplando a los concentrados desde la acera, otra mujer comentaba: 'A mí me viene bien que abran los domingos. Podrían hacer turnos...'.

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