Reportaje:

Un desempate envuelto en tensión

El Vasco y el São Caetano deciden hoy la Liga brasileña marcados por los 216 heridos

Si a la tercera va la vencida, hoy, del estadio de Maracaná, saldrá el vencedor de la Liga brasileña tras el partido entre el Vasco da Gama y el São Caetano (19.00, Sportmanía, CSD). El ambiente es de gran tensión. Cada equipo se considera el legítima campeón. El São Caetano, porque el pasado 30 de diciembre se interrumpió el partido de vuelta, en el estadio del Vasco, por los tumultos provocados por la afición de este equipo que a punto estuvieron de provocar una tragedia: 216 espectadores resultaron heridos al ceder una valla metálica. El Vasco, que hasta se llevó el trofeo a sus vitrinas, p...

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Si a la tercera va la vencida, hoy, del estadio de Maracaná, saldrá el vencedor de la Liga brasileña tras el partido entre el Vasco da Gama y el São Caetano (19.00, Sportmanía, CSD). El ambiente es de gran tensión. Cada equipo se considera el legítima campeón. El São Caetano, porque el pasado 30 de diciembre se interrumpió el partido de vuelta, en el estadio del Vasco, por los tumultos provocados por la afición de este equipo que a punto estuvieron de provocar una tragedia: 216 espectadores resultaron heridos al ceder una valla metálica. El Vasco, que hasta se llevó el trofeo a sus vitrinas, porque el São Caetano, argumenta, no quiso seguir jugando y, en ese caso, debería prevalecer el valor doble de su gol en campo ajeno (el primer encuentro concluyó 1-1 y el segundo iba 0-0 en el minuto 23, cuando se suspendió).

Las autoridades decidieron finalmente que el título se dirimiese mediante un tercer partido en un campo neutral, el de Maracaná. Asimismo, trataron de calmar los animos de las respectivas torcidas celebrando hasta una misa sobre el césped para pedir la curación de las personas lastimadas y algunos hinchas de un equipo y otro llegaron a abrazarse ante el altar.

Sin embargo, los ánimos siguen calientes. El presidente electo del Vasco, Eurico Miranda que es diputado federal, está en entredicho por haber querido en su día retirar corriendo a los heridos del campo para que el partido hubiera seguido jugándose. Se defendió ante el Parlamento de las acusaciones, pero no convenció.

Pero ahora es al São Caetano al que se le reprocha haber repartido la mitad de las 18.000 entradas que le correspondían entre los aficionados de los grandes rivales del Vasco en Río: el Botafogo, el Flamengo y el Fluminense. Éstos salieron ayer al aeropuerto para recibir al equipo paulista con pancartas que decían: 'Río es azul', en alusión a los colores del São Caetano.

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