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Tango de año nuevo

La buena nueva es que se puede escuchar por aquí tango instrumental de excelente factura. Lo toca el Ensamble Nuevo Tango, cuyo nombre suena a declaración de principios: toca esa música urbana y barriobajera que el genio de Astor Piazzolla revolucionó en la segunda mitad del siglo XX.

Se presentaron con Ser dos, una obra refinada, de arreglo camerístico europeo y pulsión rítmica afroamericana, que firma el guitarrista Fernando Egozcue. Y siguieron con otra pieza de Egozcue dramáticamente cinematográfica: Tango en silencio. Un tango contemporáneo al que se añaden elementos ...

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La buena nueva es que se puede escuchar por aquí tango instrumental de excelente factura. Lo toca el Ensamble Nuevo Tango, cuyo nombre suena a declaración de principios: toca esa música urbana y barriobajera que el genio de Astor Piazzolla revolucionó en la segunda mitad del siglo XX.

Se presentaron con Ser dos, una obra refinada, de arreglo camerístico europeo y pulsión rítmica afroamericana, que firma el guitarrista Fernando Egozcue. Y siguieron con otra pieza de Egozcue dramáticamente cinematográfica: Tango en silencio. Un tango contemporáneo al que se añaden elementos musicales perceptibles en grupos como los de Pat Metheny, Paul Winter o Ralph Towner. Tango de altos vuelos, curiosamente sin ese bandoneón que se asocia al tango contemporáneo, aunque con el espíritu de Piazzolla, del que interpretaron con la pasión y el lirismo deseables la escalofriante melodía que el maestro escribió para Invierno porteño, en la que tuvo papel destacado el violín. En el Ensamble, ese instrumento de cuerda lo toca un libanés; un español contrabajista y cinco músicos argentinos completan la formación de cámara.

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De negro los hombres y ella de gris, su versión del clásico Adios nonino no acabó de cuajar pese al empeño que le pusieron todos ellos a la interpretación. Al fin y al cabo esa conmovedora despedida de Astor Piazzolla a su padre Vicente parece una trampa terrible para cualquiera porque difícilmente resistirá la comparación con las grabaciones del autor.

Hay más luces que sombras en este Ensamble Nuevo Tango, que tiene en su repertorio la partitura que el mismísimo Piazzolla entregó a dos de los miembros del Ensamble, por entonces en un cuarteto de Buenos Aires, y que ahora han adaptado a las características de este septeto. Aun así, las más aplaudidas fueron Cupa y Ruegos y preguntas, dos originales de Egozcue. Tienen un disco con el que irles descubriendo, 500 motivaciones (Ceyba), y van a estar del 29 de enero al 4 de febrero en el Café Central de Madrid.

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