Ganaderos y vecinos denuncian a la Xunta por depositar al aire libre cientos de vacas muertas

La pequeña pedanía de Lanzá (A Coruña) se ha levantado contra la decisión de la Xunta de depositar en una mina a cielo abierto los cadáveres de 300 vacas muertas. Los vecinos, con el apoyo de la Federación de Empresarios de Productores de Lácteos y de los ecologistas, han cortado los accesos a la explotación minera -'el camino está lleno de gusanos y de sangre', describía ayer un vecino- y han denunciado ante la Guardia Civil una medida que consideran ilegal y peligrosa para la salud, ya que, a su juicio, la normativa europea obliga a incinerar todas las reses muertas en zonas donde se ha decl...

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La pequeña pedanía de Lanzá (A Coruña) se ha levantado contra la decisión de la Xunta de depositar en una mina a cielo abierto los cadáveres de 300 vacas muertas. Los vecinos, con el apoyo de la Federación de Empresarios de Productores de Lácteos y de los ecologistas, han cortado los accesos a la explotación minera -'el camino está lleno de gusanos y de sangre', describía ayer un vecino- y han denunciado ante la Guardia Civil una medida que consideran ilegal y peligrosa para la salud, ya que, a su juicio, la normativa europea obliga a incinerar todas las reses muertas en zonas donde se ha declarado el mal de las vacas locas. La Xunta sostiene que el método empleado es conforme a la ley y libre de riesgos.

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