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HILLARY BUSCA AHORA CASA EN WASHINGTON

Los Clinton tuvieron que comprarse una casa en Nueva York, no porque sea su ciudad favorita, sino porque tenía que parecerlo: sólo así Hillary podía presentarse a senadora por ese Estado. Y ganar, como hizo el 7 de noviembre. Ahora que ya ha conseguido el escaño, a la todavía primera dama no le queda más remedio que vivir otra vez en Washington para estar cerca del Capitolio y ejercer correctamente su nuevo trabajo político. Sólo cuando el momento se acerca se ha dado cuenta de un pequeño detalle: los Clinton no tienen casa en la capital. El 20 de enero, Bill Clinton entrega las ...

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Los Clinton tuvieron que comprarse una casa en Nueva York, no porque sea su ciudad favorita, sino porque tenía que parecerlo: sólo así Hillary podía presentarse a senadora por ese Estado. Y ganar, como hizo el 7 de noviembre. Ahora que ya ha conseguido el escaño, a la todavía primera dama no le queda más remedio que vivir otra vez en Washington para estar cerca del Capitolio y ejercer correctamente su nuevo trabajo político. Sólo cuando el momento se acerca se ha dado cuenta de un pequeño detalle: los Clinton no tienen casa en la capital. El 20 de enero, Bill Clinton entrega las llaves a George W. Bush y la pareja se queda en la calle. Por eso Hillary anda buscando piso por Washington. La flamante senadora (sola, sin Bill) visitó uno cerca del centro -a dos estaciones de metro de su actual residencia-, propiedad del delegado en Washington del diario The New York Times, pero o no quería vivir donde lo hizo un periodista o el precio y el tamaño estaban por debajo de sus expectativas. Dicen que tiene el ojo puesto en una mansión victoriana del respetado barrio de Georgetown. Pertenece a los fundadores de la Phillips Collection, uno de los museos más impresionantes de la ciudad, y cuesta 4,4 millones de dólares, unos 830 millones de pesetas. Hillary va a cobrar ocho millones de dólares por escribir sus memorias, pero cuatro son para pagar las facturas de abogados por los pleitos suyos y de su marido. Había prometido donar una parte a obras de caridad, pero quizá el piso nuevo le deje con poco dinero suelto.-JAVIER DEL PINO,

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