Morientes: "Muchísima culpa ha sido mía"

Fernando Morientes salió del vestuario y admitió que, dentro, sus compañeros estaban "muy enojados" por la derrota. Luego, se declaró culpable de lo sucedido: "Muchísima culpa ha sido mía. Porque soy el delantero centro y he fallado dos o tres ocasiones imperdonables".Hace unos días, Morientes, de 24 años, dijo que jugar en El Salto del Caballo le hacía ilusión. No en vano aprendió a jugar al fútbol en Sonseca, el pueblo toledano de su infancia. Entonces, el estadio del Toledo era su objetivo, su Meca. Finalmente, fue el escenario en el que comenzó su carrera profesional el día en que unos oje...

Fernando Morientes salió del vestuario y admitió que, dentro, sus compañeros estaban "muy enojados" por la derrota. Luego, se declaró culpable de lo sucedido: "Muchísima culpa ha sido mía. Porque soy el delantero centro y he fallado dos o tres ocasiones imperdonables".Hace unos días, Morientes, de 24 años, dijo que jugar en El Salto del Caballo le hacía ilusión. No en vano aprendió a jugar al fútbol en Sonseca, el pueblo toledano de su infancia. Entonces, el estadio del Toledo era su objetivo, su Meca. Finalmente, fue el escenario en el que comenzó su carrera profesional el día en que unos ojeadores del Albacete le vieron integrando la selección juvenil de Castilla-La Mancha.

Ayer, en cambio, su césped se convirtió en un lugar de frustraciones para el internacional. Le contemplaban sus amigos de la niñez y sus familiares cuando recibió un centro de Savio a un metro de la línea de gol del Toledo: con que lo hubiera rozado, habría entrado el balón, pero no lo hizo y la pelota siguió su trayectoria hasta ser repelida por un poste. Más tarde, desperdició otro pase de Savio: se quedó solo frente al portero y su tiro se le desvió un metro. También cabeceó alto un centro de Solari. Ayer no tuvo su noche.

"Hoy se ha visto lo que puede pasar en un partido de fútbol", lamentó; "hay que pedir perdón a la afición por lo que ha ocurrido. Somos el Madrid y con nuestra categoría esto no podía ocurrirnos".

"La Copa", concluyó, "es una competición desvirtuada en los primeros partidos. Pero después te da envidia si no estás en la final. Ése es un gran día".