Maria Rovira da el protagonismo a los bailarines en 'Petites peces'

Habitualmente, cuando un coreógrafo trabaja un espectáculo intenta que el bailarín se ponga al servicio de la pieza y quede prácticamente en un segundo plano detrás de ésta. La coreógrafa Maria Rovira, responsable de la compañía Trànsit, ha querido celebrar sus 15 años de trayectoria en el mundo de la danza con un espectáculo en el que el lucimiento corresponda al intérprete. Petites peces, que así se llama la propuesta, puede verse hasta el domingo en L'Espai de Música i Dansa de la Generalitat, interpretada por Lienz Chang, Yanelys Brooks, Laura Vilar, Alicia Costa, Luis Venencio, Man...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Diversidad

Habitualmente, cuando un coreógrafo trabaja un espectáculo intenta que el bailarín se ponga al servicio de la pieza y quede prácticamente en un segundo plano detrás de ésta. La coreógrafa Maria Rovira, responsable de la compañía Trànsit, ha querido celebrar sus 15 años de trayectoria en el mundo de la danza con un espectáculo en el que el lucimiento corresponda al intérprete. Petites peces, que así se llama la propuesta, puede verse hasta el domingo en L'Espai de Música i Dansa de la Generalitat, interpretada por Lienz Chang, Yanelys Brooks, Laura Vilar, Alicia Costa, Luis Venencio, Manuel Gomis y Sebastián Rowinsky.Rovira explica cómo, a la hora de preparar esta nueva producción, se han conjugado diversos factores que han moldeado el espectáculo. En primer lugar, la coreógrafa, que recibe frecuentes encargos de algunas de las compañías de danza internacionales más prestigiosas, disponía de un elenco de bailarines de primera fila, procedentes, entre otros, del Ballet Nacional de Cuba, alumnos de Maurice Béjart y, especialmente, Lienz Chang, que tiene en su currículo la experiencia de haber sido primera figura con Roland Petit, además de partenaire de Alicia Alonso. Por otro lado, quería poner coreografía a una serie de músicas muy dispares que siempre le habían gustado, pero que no había tenido ocasión de trabajar. Y finalmente, quería probar terrenos nuevos y cambiar de registro después del gran éxito cosechado con su último espectáculo, Mandala, que tiene todavía muchos bolos pendientes.

"La gracia del espectáculo es la diversidad. Tanto por la formación dispar de los bailarines, desde el más clásico al más contemporáneo, como por las composiciones musicales que utilizo", explica la coreógrafa. Rovira dice haber aprendido mucho con esta experiencia "porque la responsabilidad está muy compartida con los bailarines" y asegura que Petites peces es una realidad gracias a la actitud abierta de los intérpretes, que se han esforzado por encontrar un lenguaje común desde puntos de partida muy dispares. "Me gusta trabajar con bailarines posibilistas, abiertos de mente y de cuerpo, preparados para hacer cosas diferentes", subraya.Petites peces se inicia con una selección de piezas con música de Bach -"es mi fuente de inspiración", dice Rovira- y consta de otras tres partes: una serie de cuatro solos, otra de tres duetos y, finalmente, una pieza conjunta en la que intervienen todos los bailarines.

Pecado pescado, de la compañía Metros, con coreografías de Ramon Oller (23, 24, 25, 26 29, 30 de noviembre, 1, 2 y 3 de diciembre) y Set, de Nats Nus Nens (27, 28, 29, 30 y 31 de diciembre, 2, 3 y 4 de enero), son los próximos espectáculos de danza que ofrecerá L'Espai.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En