PINTOR SIMULTÁNEO

Con la exposición que inauguró este fin de semana en el Instituto Cervantes de Holanda, el pintor Alberto Reguera suma cuatro muestras simultáneas de su obra en cuatro ciudades europeas: Palencia, Utrecht, París y Lisboa. Pintados a caballo entre París y Madrid, los cuadros de este artista nacido en Segovia hace 39 años, combinan desde el impresionismo abstracto la austeridad y el rigor cromático de su origen castellano con la riqueza de los colores del paisaje verde y agua que ha absorbido al asomarse al exterior en su viajes. Mientras en Lisboa hace un canto lírico a los fiordos norue...

Con la exposición que inauguró este fin de semana en el Instituto Cervantes de Holanda, el pintor Alberto Reguera suma cuatro muestras simultáneas de su obra en cuatro ciudades europeas: Palencia, Utrecht, París y Lisboa. Pintados a caballo entre París y Madrid, los cuadros de este artista nacido en Segovia hace 39 años, combinan desde el impresionismo abstracto la austeridad y el rigor cromático de su origen castellano con la riqueza de los colores del paisaje verde y agua que ha absorbido al asomarse al exterior en su viajes. Mientras en Lisboa hace un canto lírico a los fiordos noruegos y en Palencia y París, ciudad que en 1995 le concedió el Premio de Pintura de Bellas Artes, muestra la estructura espiritual lograda a través de la materia, los 16 cuadros expuestos en Utrecht hacen un recorrido por la evolución de su obra en la que camina hacia la abstracción cada vez más radical a medida que va adelgazando la materia hasta lograr una textura de terciopelo. Tan tímido que no se atrevió a dirigir unas palabras al público congregado para la inauguración, muestra la misma seguridad en sus trazos con la que está dispuesto a encarar próximamente dos exposiciones colectivas, una nueva en la capital francesa y otra en Berlín en la que colgará su obra al lado de la de Miró y Tàpies.-