El último intento de sellar la fuga de la presa de María Cristina también falla

El último intento de sellar la fuga de agua del embalse de María Cristina fue un nuevo fracaso. Ante la desesperación de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que contaron para la ocasión con el asesoramiento de tres catedráticos de la Universidad Politécnica de Valencia, la esfera de hormigón recubierta de neopreno que había de alojarse en el agujero por el que el embalse pierde agua, no llegó a su destino. El boquete se abrió por la presión del agua durante el temporal hace unas semanasJosé Ignacio García Landete, director técnico de la CHJ, reconoció que, desde el p...

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El último intento de sellar la fuga de agua del embalse de María Cristina fue un nuevo fracaso. Ante la desesperación de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que contaron para la ocasión con el asesoramiento de tres catedráticos de la Universidad Politécnica de Valencia, la esfera de hormigón recubierta de neopreno que había de alojarse en el agujero por el que el embalse pierde agua, no llegó a su destino. El boquete se abrió por la presión del agua durante el temporal hace unas semanasJosé Ignacio García Landete, director técnico de la CHJ, reconoció que, desde el punto de vista técnico, no hay una explicación para este nuevo fracaso salvo que "un elemento, tal vez un árbol o un coche" impida la entrada de la bola. Los trabajos para intentar taponar la fuga del embalse, en el que apenas queda agua para tres días y que alberga ya menos de 3 hectómetros cúbicos, comenzaron a primera hora de la mañana con sendos intentos fallidos de retirar la tubería utilizada en un primer momento y la rejilla del segundo plan diseñado para tapar el orificio. El tubo no pudo ser extraído y el cable que estaba unido al segundo ingenio, capaz de soportar un peso de 16 toneladas, se partió. García aseguró que, a lo largo de la noche, se seguirían realizando intentos de colocar la bola de hormigón en un lugar donde pueda ser absorbida por la presión, aunque reconoció que si se logra será "una casualidad" porque la situación "es muy compleja".

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