Frutos pide a Anguita que sea neutral si quiere el aplauso de toda IU

Julio Anguita sigue marcando el paso dentro de Izquierda Unida y en la disputa entre los dos candidatos a sucederle, Francisco Frutos y Gaspar Llamazares. El hombre que ha dirigido IU en los últimos 12 años apoya veladamente al segundo, y ello le ha granjeado la enemistad manifiesta del secretario general del PCE, quien ayer le pidió un comportamiento "exquisito" si quiere abandonar el liderazgo con el aplauso de toda la Asamblea.

La batalla por el poder que mantienen Gaspar Llamazares y Francisco Frutos está rompiendo la lógica que imperaba en la coalición de izquierdas. En teorí...

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Julio Anguita sigue marcando el paso dentro de Izquierda Unida y en la disputa entre los dos candidatos a sucederle, Francisco Frutos y Gaspar Llamazares. El hombre que ha dirigido IU en los últimos 12 años apoya veladamente al segundo, y ello le ha granjeado la enemistad manifiesta del secretario general del PCE, quien ayer le pidió un comportamiento "exquisito" si quiere abandonar el liderazgo con el aplauso de toda la Asamblea.

La batalla por el poder que mantienen Gaspar Llamazares y Francisco Frutos está rompiendo la lógica que imperaba en la coalición de izquierdas. En teoría, Frutos debería representar el sector más continuista de la coalición. Sin embargo, su enemistad con Anguita y el apoyo de éste a Llamazares le está llevando a hacer un discurso muy crítico con el pasado, y, especialmente con la teoría de las dos orillas y con la estrategia de la pinza con el PP, que permitió, según recuerda constantemente, que los populares gobernaran Asturias en el 95, con Llamazares a la cabeza de IU en esa región. Los que apoyan al asturiano dicen, sin embargo, que Frutos no tiene credibilidad para criticar una etapa que él mismo protagonizó. Este discurso del líder del PCE está provocando fuertes enemistades en el sector crítico, cuyo apoyo sería fundamental para Frutos en una asamblea dividida.

Mientras, Llamazares, apoyado por los sectores y federaciones más aperturistas, prefiere no criticar con dureza el pasado. Y dedicarse a seguir buscando apoyos. La guerra de cifras sigue abierta, y ayer, en la asamblea regional de Madrid, que es clave, se pudo vislumbrar una clara igualdad entre ambos. Y también el ambiente enrarecido, con gritos de "fuera, fuera" por parte de los minoritarios. En las regiones pequeñas y en otras como Valencia o Asturias Llamazares tiene las de ganar, por lo que la batalla final será en Andalucía, este fin de semana.

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